"El cielo proclama la gloria de Dios"...Salmo 19.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 17 de Octubre del 2023
Hoy el Evangelio nos sitúa en casa de un fariseo donde Jesús fue invitado. El no solo come con los publicanos sino que también busca la salvación de ellos. Él conoce bien las normas judías de las normas que se seguían antes de comer y, sin embargo, El es libre para sentarse en la mesa sin utilizar esos ritos vacíos. Como buen Maestro, quiere darnos una lección con su ejemplo: la purificación que conecta con Dios es interior. El fariseo que invita a Jesús a comer a su casa no lo hace por amistad, más bien por una actitud de observador. Hermanos, la tentación de fijarnos en lo visible y emitir un juicio es algo habitual de la vanidad, por eso Jesús le reprocha por llenar su corazón con mentiras y maldades. No podemos olvidar que “Lo esencial es ser invisibles a los ojos”. Dar limosna de lo de “dentro” es una expresión difícil de entender. Debemos purificar continuamente nuestra intención cumpliendo en nosotros la Bienaventuranza que dice “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.
Y es que lavarse las manos antes de las comidas en ese tiempo era una obligación religiosa que era impuesta por la ley a la gente en nombre de la pureza. El Fariseo se extraña porque Jesús como judío no estaba observando esa norma.
Jesús desenmascara el fundamentalismo religioso de los Fariseos y les hace ver la absurda comprensión muy extrema de la ley.
Hermanos, hoy estamos invitados a repensar sobre la importancia de nuestra observancia de las leyes, será que estamos más atentos a lo que en ella se lee o nos es más importante lo que ella contiene? Y es que muchas veces vemos las apariencias y nos quedamos cortos en lo demás. Hoy el Señor nos invita a ir más allá para poder descubrir la riqueza de cada ser humano que camina a nuestro lado por la vida y notar en ellos sus necesidades y así, ayudarles a superarlas.
Señor, llénanos de tu amor para nunca juzgar lo que hacen los demás y preocuparnos para que nuestras obras estén llenas de amor y de bondad.