domingo, octubre 22, 2023

"Aclamad la gloria y el poder del Señor"... Salmo 96.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 22 de Octubre del 2023

¿Qué nos quieres decir hoy, Señor? ¿Cómo podemos hacer realidad este evangelio en nuestras vidas? Miremos lo que en el texto se describe: Querían cazar a Jesús y comienzan la conversación echándole piropos. ¡Que peligrosas son las palabras cuando no responden a los sentimientos del corazón! “Transforma nuestro corazón de piedra en un corazón de carne” “Señor, cura y perdona nuestra mentira”. “Gracias porque tú no has venido a cazarnos, sino a salvarnos”: di al Cesar lo que es de Dios y a Dios lo que es del Cesar”. Tenemos que reconocer que muchas veces caemos en esta equivocación. Ofrecemos a las cosas y a las personas el corazón entero, toda la vida. Y sin embargo a Dios le damos unas migajas. Sólo Dios merece nuestro corazón. En el corazón está grabada su imagen mucho más profundamente que lo está la imagen del César en una moneda. Y la respuesta que le da Jesús, El, se sitúa por encima de la polémica. Jesús siempre va más allá. Por una parte, reconoce que se debe pagar el tributo al César —también nosotros lo hacemos: hay que pagar los impuestos—, porque la imagen sobre la moneda es la suya; pero, sobre todo, recuerda que cada persona lleva en sí otra imagen —la llevamos en el corazón, en el alma—, la de Dios, y por tanto es a Él, y solo a Él, a quien cada uno debe la propia existencia, la propia vida. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 22, 15-21 podemos apreciar como las autoridades judías mantienen el asedio en contra de Jesús, pues querían enredarle y hacerlo caer en afirmaciones que fueran en contra del César e incluso de Dios. 

Ellos como espías enviaron algunos discípulos suyos acompañados de Herodianos dizque para halagarlo por su  sinceridad y fidelidad a Dios. Y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque Tú no te fijas en la categoría de nadie. Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?". Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa? Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto". Ellos le presentaron un denario. Y Él les preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Le respondieron: "Del César". Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios" Mt 22, 15-21.

Jesús con su gran sabiduría y de manera muy inteligente  les pidió una moneda para así demostrarles que eran ellos y no Él los que aceptaban la vigencia del sistema económico y opresor del imperio y eran ellos quienes se estaban aprovechando de manera engañosa y egoísta del pueblo. Y al mirar la inscripción que tenía la moneda les dijo: "El César es solo un gobernante, pero jamás podía volverse Dios".

Para Jesús lo primordial es  la vida y no la religión y sus cultos. Él como lo vemos en los Evangelios, en el transcurso de su vida se acerca a quienes viven sus vidas amenazadas o inseguras para despertarles a la vida. Él les ofrece el perdón y el acercamiento a fin de llevarlos a vivir una vida con dignidad y no llena del desprecio y la humillación.

Hermanos, hoy este Evangelio nos recuerda la importancia de ser responsables en el cumplimiento de las leyes y obligaciones que tenemos, pero sin dejar de lado nuestra lealtad a Dios y a sus enseñanzas. Además, este nos invita a reflexionar sobre la manera como debemos corresponderle mediante el amor incondicional a los demás y de manera especial a los más necesitados y a depositar en Él toda nuestra fe y confianza. 

Señor, aumenta nuestra fe para poder crecer en el amor. Danos días de paz y luz sobre nuestros caminos, haz que veamos a tu Hijo, llenos de alegría en el cielo. Ayúdanos a dar a Dios nuestro corazón y nunca dar importancia a lo material, al dinero.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:13 a.m. | Permalink |


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