viernes, agosto 11, 2023

"Recuerdo las iniciativas del Señor"...Salmo 77.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 11 de Agosto del 2023

Jesús señala la actitud que debe tener el discípulo que desea seguirle. Esa actitud la extiende a todos. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Realmente el evangelio de hoy es complicado de poder seguirlo al pie de la letra, ya que implica sufrimiento y éste aparece sin que lo busquemos. Pero miren: En medio de la Sociedad en que vivimos en la que nadie quiere sufrir, que piensa solo en divertirse, y que la mayoría piensa y vive lo contrario de este pasaje del evangelio, los cristianos llevamos las cruces diarias con ánimo. Es imposible seguir a Jesús sin aceptar nuestras cruces. Jesús no nos permite cerrar los ojos frente a lo que nos crea dificultad, tenemos que seguir adelante y pedirle que nos ayude a superar o a vivir con esperanza estas piedras que encontramos en nuestro caminar diario.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 16, 24-28, nos expresa la exigencia más rigurosa para que un hombre pueda convertirse en su seguidor: Tomar la cruz cada día para morir a si mismo para seguirle con decisión y una entrega absoluta. Así se lo dice a sus discípulos: "El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará.". Mt 16, 24-26

Jesús pone en claro su criterio para dar a entender su existencia: Dios está por encima de todo y ello lo manifiesta porque el amor humano está en un segundo plano. Él nos pide abrazar la cruz  haciendo la voluntad del Padre; y eso no significa buscar el sufrimiento, sino que hay que aceptarlo. Así como Jesús se enfrentó con su dolorosa realidad humana, su vida fue de permanente sacrificio y eso le ayudó a enfrentar los sufrimientos y los santificó.

Hermanos, este pasaje nos recuerda que seguir a Jesús puede llevarnos a enfrentar dificultades y sufrimientos, pero Él nos anima a no perder la esperanza, pues si nos disponemos a perder la vida por Él, la iremos a encontrar de manera plena en la eternidad. Así que, es importante que cada día nos examinemos y estemos dispuestos a renunciar a nuestra propia voluntad para seguirle en todo momento. Al hacerlo, no sólo encontraremos el verdadero propósito de nuestra vida, sino también la alegría y la paz que sólo pueden venir de Dios.

Señor, danos las fortalezas necesarias para tomar a diario la cruz y seguir tus pasos. 
 
posted by Laureano García Muentes at 4:52 a.m. | Permalink |


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