"Aclamemos a Dios, nuestras fuerzas"...Salmo 81
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 7 de Agosto del 2023
Cuando la vida nos golpea y hay
dificultades para avanzar, la pregunta que surge es ¿Dónde está Dios? Si. Hay
fuerzas que se oponen a nuestro andar. Hay tinieblas que nos rodean. Hay
elementos que maltratan nuestro peregrinar, y sobre todo esto, está nuestra
falta de fe que nos impide reconocer al Señor cuando se acerca a
nosotros. Párate a ver en cuantas oportunidades, en medio de las
situaciones más complicadas y más difíciles; Dios te devolvió la calma, la paz,
la serenidad y te puso en camino. Te demostró que por encima de todo, el seguía
teniendo fuerte, el timón de tu barca para que llegara a donde tenía que
llegar. A la otra orilla. Con fe, Pedro hubiera cruzado a pie todo el
lago. Con fe, nosotros también seríamos capaces de los mayores milagros. Si
tuviéramos un poquito de fe, nos sorprenderíamos de hasta dónde podemos llegar.
Dice el texto que: "La barca estaba muy lejos de la costa y en la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el mar. Los discípulos al verlo caminar sobre el mar, se asustaron y dijeron:. “Es un fantasma” y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: “Tranquilícense, soy Yo; no teman”. Entonces Pedro le respondió: “Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua”. Jesús le dijo: "¡Ven!". Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. Enseguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?". Mt 14, 22-30.
Hermanos, cuantas veces de cara al Evangelio hemos sido como Pedro. Si, hemos sido llamados a vivir con Él una aventura (Seguirle) para caminar sobre los mares del mundo. Muchas veces como Pedro nos hemos sentido débiles y con dudas, nos domina el miedo y entonces, viene la zozobra y nos hundimos.
Frente a las angustias y el ahogo Pedro nos brinda hoy una gran lección: Pedirle al Señor que nos salvé gritándole con fuerza, en oración pidámosle que tenga Misericordia
Miremos algo muy importante hermanos: El pecado es una de las cosas que con facilidad nos hunde en el mar de la vida. Por tanto, estamos siendo invitados hoy por Jesús a que reconozcamos cuáles son esas cosas que pesan en nuestros corazones y levantado las manos pidámosle al Señor que nos salve. Recordemos que Jesús nos lo dice: "No teman, soy yo, no tengan miedo".