sábado, agosto 05, 2023

"El Señor tenga piedad y nos bendiga"...Salmo 67.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 5 de Agosto del 2023

San Juan Bautista es considerado un mártir. Él no tiene pelos en la lengua, él dice la verdad, aunque esa verdad frente a los poderosos moleste. ¿Y cuál era la verdad que el proclamaba? Le decía a Herodes que la mujer que tenía no era de él, era la de su hermano, se la había robado, había cometido una injusticia, porque no era de él, no le pertenecía y por lo tanto había robado algo que no era suyo. Esto evidentemente llenaba de odio, de rabia a la mujer, y entonces por medio de esta fiesta que Herodes había dado y la hija de Herodías baila tan gratamente que Herodes le ofrece todo lo que quiera y entonces ella en instancia de la madre, pide la cabeza de Juan el Bautista. Este episodio nos lleva a afirmar que el ser cristianos, implica siempre un riesgo, implica siempre también la disponibilidad a dar la vida por Jesús. Y miren: En el rito de la confirmación se nos pregunta ¿Están dispuestos a vivir y a morir alegremente en esta vocación cristiana? ¿Están dispuestos a sufrir desprecio y persecución a causa del nombre de Jesús? Y allí contestamos SI, estamos dispuestos. Pidamos al Espíritu Santo para que él fortalezca nuestras almas y podamos en las pequeñas cosas de cada día, en las cuales tengamos que decir la verdad, decirlas con valentía, con respeto, con suavidad y con firmeza.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 14, 1-12 nos muestra como Juan Bautista fue víctima de la corrupción  y la prepotencia del gobierno de Herodes Antipas, hijo de Herodes el grande. Así nos lo narra el texto: "En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes, y él dijo a sus allegados: *"Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos". Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla". Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta. El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes que prometió bajo juramento darle lo que pidiera. Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista". El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre. Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús." Mt 14, 1-12.

Como lo vemos en el relato del Evangelio, la muerte de Juan el Bautista fue por el cercenamiento de la cabeza  y el cuerpo ordenado por el rey Herodes Antipas. 

Este hecho nos muestra la cruda realidad de la persecución que a menudo enfrentan aquellos que proclaman la verdad y defienden la justicia. Sin embargo, la muerte de Juan no es el final de su legado. Su valentía y su mensaje continúan vivos y tienen un efecto profundo en los corazones de las personas. También es importante destacar cómo Jesús reacciona ante la noticia de su muerte, se retira a un lugar apartado para estar a solas con sus discípulos. 

Hermanos, este pasaje nos invita a reflexionar sobre la importancia de ser fieles a nuestras convicciones y defender lo que es justo, incluso si eso implica enfrentar persecución y peligro. También nos recuerda la importancia de la privacidad y la reflexión en momentos difíciles para mantener la fuerza y la perspectiva en nuestra vida.

Señor, danos la gracia de escuchar hoy claramente tu verdad. Acompáñanos y muéstranos el camino que debemos seguir. Mira, Señor, como es el espejismo de lo que nos aleja de tu verdad es muy atrayente, no permitas que nos dejemos seducir como lo hizo Herodes.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:59 a.m. | Permalink |


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