miércoles, julio 26, 2023

"El Señor les dio pan del cielo"...Salmo 78.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 26 de Julio del 2023

El propósito de Jesús al usar las parábolas desea que sólo aquellos que han aceptado a Dios en su corazón comprendan su mensaje; pero, los que tienen "endurecidos sus corazones" y han "cerrado sus ojos a Dios" por su egoísmo y vanidades no se abren y son capaces que lo pueden entender. El misterio de Dios es difícil de descubrir, por ello hay que desear buscarlo y entenderlo con el corazón, aplicándolo en nuestra propia vida a la medida que el corazón lo va descubriendo. Las parábolas requieren una mirada de fe, ya que toda nuestra vida es una parábola en la que Dios está escondido y desde donde nos habla. Vivamos con la certeza de que a todos se nos concede conocer los secretos del Reino de los Cielos. 

El Evangelio de hoy tomado de Mt 13, 1-9 nos muestra la Parábola del Sembrador que encierra un significado muy especial para quienes estamos siguiendo a Jesús.

Como lo leemos en el texto, Jesús al ver que una gran multitud lo apretujaba, subió en una barca y sentado en ella, les dio en forma de parábola el siguiente mensaje: "Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga" Mt 13, 1-9.

Como bien conocemos, las parábolas que usaba Jesús eran sus preferidas, pues con ellas, utilizando cosas conocidas y visibles de la vida explicaba cosas desconocidas del Reino de Dios.

En el caso del mensaje de hoy, Jesús se refiere a un agricultor que siembra y planta las semillas confiado en la fuerza de ella y la generosidad del terreno donde cayeran. 

Y es que El conocía muy bien como era la idiosincrasia de la gente de Galilea, pues eran su gran mayoría agricultores y entendían de semillas, terreno, lluvia, sol y cosecha; y utilizando estos conocimientos, explica los misterios del Reino de Dios. 

Jesús necesita hombres y mujeres que sean campos de Fe, que tengan sembrado  en sus corazones la Palabra de Dios y que sean capaces de entrar en sus vidas para dejar sembrado en otros la semilla del Reino que es el amor  para que ésta, germine y crezca en todos los lugares del mundo. 

Hermanos, hoy quisiera que nos preguntemos: ¿Qué clase de terreno soy y que clase de terreno deseo ser? Pues muchos hacemos presencia en los actos litúrgicos y reuniones comunitarias donde se lee la Palabra, escuchamos y...nada cambia en nuestras vidas. Contesta en silencio; y que tu reflexión te de una respuesta que te ayude a ser tierra buena.

Señor, concédenos la gracia de conocer los misterios del Reino que nos has revelado, no permitas que seamos indiferentes a la predilección de tu amor. Haznos ser conscientes de que nuestra felicidad solo puede venir de la experiencia de tu amor.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:25 a.m. | Permalink |


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