"La semilla cayó en tierra buena y dio fruto"...Salmo 65
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Domingo 16 de Julio del 2023
Jesús ante el rechazo con que sus palabras y obras están siendo acogidas, trata de alentar la esperanza de los discípulos y les dice: El Reino de los cielos sigue creciendo, ya se está haciendo presente en medio de ustedes. Pero, la semilla del Reino encuentra muchas dificultades, cae en diversos tipos de terreno, pero a pesar de ello está dando y dará un fruto espectacular: el cien, sesenta o treinta por uno. Dios es quien hace fructificar el Reino; su crecimiento, aunque aún no se contempla en plenitud, es imparable. La acogida con la que el discípulo responde a la predicación del Reino determinará el fruto que dé en su vida. La semilla es esta palabra que cae en todo tipo de terreno. Unos son como el camino: escuchan la palabra, pero no la entienden; en ellos no fructifica el reino. Otros son como un terreno pedregoso: abandonan la palabra ante las dificultades de la vida. Hay quienes se dejan llevar por los valores del mundo y ahogan la Buena noticia del Reino. Pero aquellos que preparan su corazón, oyen la palabra y la acogen con sinceridad, esos darán fruto.
El Evangelio de hoy tomado de Mt 13, 1-23 nos narra la parábola del Sembrador la cual se describe así: "Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces Él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: "El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!". Mt 13, 1-5.
Hermanos: La parábola del Sembrador es una invitación a la esperanza. Hoy Jesús nos hace una llamada cuando nos dice: "El que tenga oídos para oír que oiga" y con esta, nos pide que prestemos mucha atención sobre su contenido a fin de que podamos revisar nuestra actitud cuando estemos escuchando o leyendo este Evangelio.
Miremos algo de ello: Cuando dice el relato: "Salió el Sembrador a sembrar" éste vemos que lo hace con toda confianza y siembra la semilla de manera abundante y esta cae por todas partes e inclusive en terrenos difíciles donde la semilla pueda germinar. Y miren, así lo hace Jesús y nunca se desaliento a pesar de los rechazos e incomprensiones.
Hoy tú y yo estamos invitados a seguir adelante y a no perder la confianza a causa de las diferentes situaciones difíciles que se nos presenten. Tengamos muy presente que el Evangelio que nos entregó Jesús para divulgar y multiplicar no es algo político ni una religión con mayor o menor porvenir, sino una fuerza salvadora que se ha de sembrar en el corazón de los hombres.
Acojamos con amor y voluntad la semilla del Reino de Dios y descubramos en ella la fuerza abrazadora que nos invita sin cesar a crecer y ser más humanos para así, sentimos comprometidos a transformar a muchas personas.
Señor, ayúdanos a comprender este mensaje porque no sabemos dónde está el final de la parábola y donde comienza nuestra vida. Ayúdanos a descubrir la importancia de la autenticidad en nuestra vida. Pero es necesario que no sólo la entendamos, sino que la vivamos. Para esto necesitamos tu ayuda. Señor, enséñanos el camino.