miércoles, julio 12, 2023

"Que tu Misericordia, Señor,  venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti"... Salmo 33.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 12 de Julio del 2023

Hoy Jesús sigue llamando por nuestros nombres y nos sigue convocando para que vayamos a cualquier lugar y demos  testimonio de que el Reino de Dios ya esta aquí, en nuestro mundo. Él necesita de nuestra docilidad para responder a la misión que cada uno tiene asignada en el plan de Dios. Ojalá no perdamos la oportunidad  de escuchar y acoger lo que Él quiera de nosotros. Jesús nos  capacita invistiéndolos con su propio poder y que Él recibió de su Padre. Por tanto los discípulos debemos recordar siempre cuál es el origen de la función: El servicio,  y recordar que la autoridad que manifestamos  para “expulsar espíritus malos  y sanar toda enfermedad”  no es por méritos propios, sino que es un poder recibido por Dios para hacer bien a los demás.

Podemos apreciar en el Evangelio de hoy tomado de Mt 10, 1-7, que Jesús convoca a sus doce discípulos y les confía la misión dándoles autoridad para expulsar espíritus impuros y curar enfermedades o dolencias. A los doce los envío con estas instrucciones: "No vayan a tierra de paganos ni entren en las ciudades de Samaría, sino vayan a las ovejas descarriadas de Israel. Vayan y proclamen que ha llegado el reino de los cielos". Mt 10, 5-7.

Jesús señala a sus discípulos un camino itinerante y le muestra su prioridad por los más pobres y necesitados. Una misión que tiene como eje principal, la Misericordia hacia las ovejas que andaban por el mundo sin pastor. El propósito principal: Extender el Evangelio del Reino de Dios por todos los lugares del mundo.

Hermanos, tú y yo sabemos que Jesús no vino al mundo como un médico más a sanar enfermedades o como un mago o brujo para expulsar demonios. ¡NO! Jesús nos vino a enseñarnos como debemos asumir el Evangelio del Reino de Dios en nuestras vidas porque es éste, el único que sana y purifica.

El Evangelio nos cura de nuestros egoísmos, miseria y fragilidades y nos da vida abundante. Te invito hermano hoy a renovar nuestra confianza en el Señor y demostrémosle  a Él, nuestra fidelidad viviendo de un modo diferente y manifestemos a los que están cerca de nosotros nuestro testimonio de una vida nueva que ha sido moldeada por el mensaje salvífico de Jesús

Señor, gracias por el don de la fe porque podemos disfrutar de tu compañía y recibirte en la sagrada Eucaristía. Sabemos que no somos dignos pero tú así lo has querido en tu infinito amor de Padre. Ayúdanos para que nos llenemos de tu amor y podamos ir por todo el mundo y proclamar tus maravillas, contagiando con tu amor los corazones de cuantos encontremos en nuestro camino.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:14 a.m. | Permalink |


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