martes, julio 04, 2023

"Tengo ante los ojos, Señor,  tu bondad"...Salmo 26.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 4 de Julio del 2023

La iniciativa de cruzar el mar parte de Jesús. Con ello se hace absolutamente responsable de todo lo que pueda suceder a continuación. Es un reto muy fuerte ¿somos capaces de asumirlo? La barca está a punto de irse a pique. Los discípulos alterados y con miedo. En fuerte contraste, Jesús duerme. Los discípulos despiertan a Jesús en tono de reproche —sólo piensan en ellos. Jesús y los discípulos en la barca a punto de hundirse, plena tensión. Jesús reacciona a su reproche. Increpa a la tormenta y al mar como si fueran seres vivientes, les ordena silencio y enmudecen, algo así como sucedía con los exorcismos. Los poderes de la naturaleza increpados obedecen a la palabra. El reproche que les dirige es fuerte.: les acusa de cobardes y de incredulidad. ¿Es que no actuaron correctamente al acudir a su maestro? En realidad, pensaban sólo en sí mismos y no estuvieron dispuestos a correr el mismo peligro juntamente con Jesús. La situación se repetirá cuando huyan ante la cruz. La cobardía y la incredulidad es una fuerte advertencia para nosotros, los discípulos de hoy.

El Evangelio de hoy tomado de Señor nos muestra el relato de la tempestad calmada por Jesús cuando Él junto con sus discípulos, embarcados en una barca atravesaban el mar de Galilea en medio de una noche. Se levantó un temporal tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas; pero Él dormía. Se acercaron los discípulos y lo despertaron, gritándole: "¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!" Él les dijo: "¡Cobardes! ¡Qué poca fe!" Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Ellos se preguntaban admirados: "¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!". Mt 8,23-27.

 Como lo leemos en este Evangelio, Jesús dormía sobre el cabezal y los discípulos asustados lo despertaron diciéndole: "¿Maestro, no te preocupas si nos ahogamos?". El grito de los discípulos fue de angustia y desespero.

Hermanos, cuantos de nosotros pasamos situaciones como estas. Vivimos en constante zozobra por el abandono social que sufrimos como también por la falta de oportunidades; y llenos de desesperanza y angustia, le gritamos al Señor: ¡Sálvanos Señor, que nos hundimos!

En medio de este dramático vivir de hoy, Jesús se nos revela y nos muestra la grandeza de su Misericordia, no olvidemos que Jesús Resucitado va siempre junto a nosotros.

Hermanos: Nuestra Fe la hemos de madurar y hoy Jesús, nos invita a ser audaces, constantes y perseverantes. A no desfallecer un solo instante y a hacer de ser nuestro compromiso con Él una realidad, así, seremos capaces de dar testimonio de una vida donde Él es el centro de ella.

Señor, muchas veces no comprendemos agunas cosas que nos suceden ni sabemos explicar los problemas que surgen en nuestra vida diaria. Tú eres Dios, y duermes en la barca de nuestra alma si te somos fiel; por eso necesitamos tu ayuda, para confiar en ti, aunque duermas y parezca que "no te enteras de nuestra vida". Danos ese poco de fe que le faltó a los apóstoles, pues aun    dormido, eres el Dueño de todo lo que nos rodea. Oh, Jesús, calma la tempestad de nuestras tentaciones y de nuestras dificultades y, entonces, podremos ver de una manera diferente tu voluntad.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:09 a.m. | Permalink |


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