sábado, julio 01, 2023

"El Señor se acuerda de su misericordia"...Lc 1.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 1 de Julio del 2023

Las dos curaciones que nos narra el Evangelio de hoy, parten de la Fe previa del que solicita la ayuda, por lo que el creyente recibe una respuesta certera por parte del Señor. Así se demuestra, en la curación a distancia del siervo del centurión, y en la sanación de la suegra de Pedro. Hay en este, una mención especial es el caso del centurión, por ser un pagano y no solicitar el milagro para él, sino para su sirviente, pero implora con toda la Fe y con la seguridad de ser escuchado. Pide desde la humildad, “yo no soy digno de que acudas a mi casa”, pero también desde la confianza absoluta: “basta una sola palabra y quedará curado mi criado”. Esta disposición sorprende incluso al mismo JESÚS que reconoce y alaba la profunda Fe del centurión: “En Israel no he encontrado en nadie tanta fe”. Abriendo de esa manera el Mensaje de Salvación al universalismo de toda la humanidad.

Como lo pudimos ver ayer en el Evangelio (Mt 8, 1-4) Jesús realizó la curación de un hombre enfermo de lepra; y hoy nos muestra este Evangelio (Mt 8, 5-17) la descripción de otros milagros que realizó posteriormente. 

Dice el texto que: "Jesús al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión y este, le rogó diciendo: "Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos". Jesús le dijo: "Yo iré a curarle". Replicó el centurión: "Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace". Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: "Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes". Mt 8, 5-13.

Podemos apreciar que Jesús acoge al centurión a pesar de ser un hombre pagano servidor al Imperio Romano y ante su angustiosa solicitud, le responde: "Yo mismo iré a sanarlo". Él observaba con detenimiento su respuesta que le fue dada con Fe, humildad y prudencia.

El Centurión se acercó a Jesús con absoluta confianza porque creía que su siervo enfermo podría ser sanado por Él y ante la respuesta inmediata de Jesús, se consideró indigno de que Él pudiese entrar en su casa y Jesús le reconoció ante toda la gente que le seguía su Fe, diciendo: "No he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe".

Qué hermoso mensaje el de hoy, ¿no es así? Miren, esta es la Fe que Jesús nos pide y que muchas veces renunciamos por estar apoyados en nuestras propias seguridades y fuerzas, cerrándonos a la Palabra que nos dirige el mismo Jesús. 

Hermanos, no nos consideremos en ningún momento mejores que los demás. Miremos a Jesús como actúa y nos enseña su bondad y dulzura por los que sufren y los más pobres.

Jesús restablece al hombre y muestra el total dominio de cualquier enfermedad. Acrecentemos nuestra Fe y confianza en Él. 

Señor, creemos en Ti, creemos que caminas con nosotros y nos acompañas en todos los momentos. Hoy quiero que nos bendigas y nos santifiques con tu amistad. Bien sabemos que no somos dignos de tanto amor, pero sabemos que tu amor nos brinda la posibilidad de acercarnos a Ti con toda confianza.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:05 a.m. | Permalink |


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