miércoles, junio 28, 2023

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente"...Salmo 105

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 28 de Junio del 2023

Hoy Jesús nos regala no sólo una frase tomada de la sabiduría popular sino todo un estilo de vida:" por sus frutos los conoceréis". Y también nos pone en alerta contra los falsos profetas. Nos hace falta un poco más de humildad para reconocer al “fariseo” que todos llevamos dentro. Para darnos cuenta de que las palabras de Jesús se dirigen también a nosotros, que todos somos profetas y que todos tenemos la tentación de ser falsos profetas, de cuidar más las apariencias que la realidad en nuestra vida. Que mucho más importante que nos reconozcan por nuestras palabras o por nuestras apariencias o imagen es que nos reconozcan por nuestras obras, por nuestros frutos. Pero no olvidemos que el árbol sólo está vivo gracias a la sabia que hace brotar su poder de vida hasta las últimas extremidades de la ramas. En ellas maduran los brotes que son la flor de la mañana. En el viejo tronco de la humanidad, en lo más profundo de nuestro corazón, Dios ha grabado el nombre de Jesús, y este nombre es tan hermoso que el árbol ha florecido, ha dado su fruto. ¡Si Cristo es nuestra savia nuestros frutos no pueden ser de mejor calidad!

Hoy el Evangelio tomado de Mt 7, 15-20 nos invita a vivir unos momentos de reflexión  serenos y despejados de todo aquello que nos pueda distraer. 

Jesús nos dice hoy: "Por sus frutos los conocerán". Y nos advierte: "cuídense de los falsos profetas que se acercan disfrazados de ovejas y por dentro son lobos rapaces" Mt 7, 15.

Cuando escogemos el camino ancho, este nos conduce a sendas de perdición y es allí, donde los falsos profetas, cargados de mentiras se nos acercan para seducirnos y ofrecernos placeres, ambiciones y vanidades.

Jesús hoy nos dice "Por sus frutos los reconocerán" y allí caben nuestras acciones y con ellas, nos podremos calificar si somos productos de buena calidad a los ojos de Dios, es decir, efectivos testimonios de una vida nueva y abundante.

Para ello requerimos examinar nuestra voluntad.

Hermanos: Nuestra palabra han de ser Palabra de Dios y esa se demuestra con nuestras vidas y acciones, pues así, nos reconocerán. Por ello, hemos de ser cuidadosos para no ser falsos profetas y así, ser verdaderos testigos del Señor.

Señor, Tú nos hablas hoy de los malos profetas, pero al mismo tiempo nos hablas de nosotros. Dices que al árbol se le conoce por sus frutos, por sus obras. Que no es suficiente con ver su tronco o su follaje para conocerlo, sino que necesitamos recurrir a sus frutos: como cuando buscaste higos en la higuera. Por eso, deseamos unirnos a ti, para que Tú produzcas en nosotros los frutos de amor y de entrega.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:53 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>