lunes, junio 19, 2023

"El Señor da a conocer su victoria"...Salmo 98.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 19 de Junio del 2023

Jesús, el Hijo de Dios, ha venido hasta nosotros a anunciarnos y proclamar el proyecto que tiene sobre la humanidad: El proyecto del reino de Dios. El quiere una sociedad donde Dios sea el rey, el que reine en el corazón de todos los hombres, y como es un rey Padre, lleva consigo una consigna: Que todos los hombres somos hermanos unos de otros. Es la sociedad de los hijos y de los hermanos y, como estamos hechos a su imagen y semejanza, Dios es amor, también nosotros somos seres amorosos y el amor debe prevalecer siempre entre nosotros. Todas las enseñanzas morales de Jesús derivan de nuestro ser hijos y hermanos, hijos de Dios y hermanos unos de otros, y donde el amor es algo que va en la entraña de Dios y de nosotros. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 38-42, Jesús hablándole a sus discípulos les pide deponer de sus corazones todo sentimiento y actitud de venganza. Y les dice: " Ustedes han oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Pues yo les digo que no opongan resistencia al que les hace mal. Antes bien, si uno te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado" Mt 5, 38-42.

En época de Jesús las leyes pretendían ponerle límites a la sed de venganza  y les pedían a sus conciudadanos actuar en defensa frente a aquellos que abusaran del más débil.  En eso consistía la llamada ley del Talión. 

Jesús les pide a sus discípulos cambiar ese pensamiento que genera más violencia, cambiado esas actitudes por la caridad hacia los demás, pero más acentuada. Él pide no solo perdonar las injurias sino esforzarse por vivir preparado para perdonar tantas veces sea necesario ante las nuevas ofensas.

Hermanos, Jesús prefiere que seamos compasivos  y misericordiosos ante la práctica del rigor de las leyes. Él quiere que tú y yo seamos benevolentes y clementes, que tengamos caridad por nuestros hermanos y no le neguemos  lo que necesitan; para que así, se haga vida el amor verdadero a Dios y hacia el prójimo que nos pide el primer mandamiento de la ley.

Señor Jesús, danos la fortaleza necesaria para vivir tu enseñanza de amor. Ayúdanos a darnos cuenta de que nos invitas a ser más generoso. Que acojamos esta invitación de forma que nos donemos a los demás.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:55 a.m. | Permalink |


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