"Santo es el Señor nuestro Dios"...Salmo 99.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 14 de Junio del 2023

Jesús afronta un tema que será tan conflictivo y por el que los fariseos y escribas se sentirán permanentemente confrontados.  El programa de las Bienaventuranzas que les propuso, rompe con los esquemas sociales y religiosos de cualquiera. Jesús dice: “No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud”. La plenitud de la Ley es Jesucristo. Él es la nueva alianza y su ley está escrita, con el Espíritu de Dios vivo, en las tablas de los corazones de carne. Hay dos palabras clave en el pasaje del Evangelio: cumplir y enseñar. Jesús vivió plenamente y enseñó la fidelidad y obediencia al Padre, y también el servicio, entrega y amor hasta el extremo hacia los hermanos. 

Con estas Palabras Jesús les deja muy claro, no solo a los discípulos sino también a quienes le escuchamos, que la Misión que le fue dada por el Padre no es la destruir la ley ni consagrarla como algo que no se puede tocar, sino al contrario, vino a darle con sus enseñanzas y actitud una nueva forma: Que todos sean maestros de la nueva ley: El amor.

Y es que Él había notado que los actos externos como el culto, los ritos y todos los sacrificios que hacían se habían convertido en una carga demasiada pesada en el pueblo. Muchos habían ahogado el verdadero sentido de la ley reduciéndola a la frialdad y al legalismo religioso. 

Hermanos, este Evangelio nos ha de servir de orientación y respuesta para muchos de nuestros interrogantes que anidan en nuestros pensamientos. Quisiera que nos preguntémonos: Si ¿somos fieles en el cumplimiento de las cosas que nos proponen los Evangelios?. Recordemos que ser Cristianos, seguidores de Jesús requiere que tengamos una Fe firme y adulta y para ello se requiere esforzarnos en ser cada vez más iguales a Él trabajando en la justicia, el amor y la paz.

Señor, guíanos en el camino de tu amor. Sé un Maestro que nos muestre la manera de amar de verdad. Permite que nos acerquemos a ti con humildad a través de tu Evangelio, para encontrar en él la verdadera Ley de tu amor.