miércoles, junio 07, 2023

"A ti Señor, levantó mis ojos"...Salmo 25.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 7 de Junio del 2023

Jesús invita, a sus interlocutores y a nosotros también a pensar que esta dimensión terrenal en la que vivimos ahora no es la única dimensión, sino que hay otra, ya no sujeta a la muerte, en la que se manifestará plenamente que somos hijos de Dios. Es un gran consuelo y esperanza escuchar estas palabras sencillas y claras de Jesús sobre la vida más allá de la muerte; las necesitamos sobre todo en nuestro tiempo, tan rico en conocimientos sobre el universo pero tan pobre en sabiduría sobre la vida eterna. Esta clara certeza de Jesús sobre la resurrección se basa enteramente en la fidelidad de Dios, que es el Dios de la vida. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 12, 18-27 algunos Saduceos, que eran un grupo religioso Judío, se acercaron a Jesús con el siguiente caso: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, que se case con la viuda y dé descendencia a su hermano". Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección y resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer. Porque los siete han estado casados con ella". Jesús les respondió: "Están equivocados por no comprender las Escritura ni el poder de Dios. Pues cuando resuciten, ni los hombres se casarán ni las mujeres serán dadas en matrimonio, serán como ángeles del cielo.". Mc 12, 18-24.

Los Saduceos eran miembros de la clase alta sacerdotal y quieren poner en ridículo a Jesús y a quienes aceptan la resurrección de los muertos. 

Jesús les responde que en la vida futura los muertos ya no se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como "ángeles en el cielo". Además, les enseña que Dios no es el Dios de los muertos, sino de los vivos, porque todos los que creen en él están vivos en su presencia.

Hermanos, esta enseñanza de Jesús nos invita a pensar en la importancia de creer en la vida después de la muerte y en la necesidad de confiar en que Dios está presente con nosotros, incluso después de nuestra muerte. También nos recuerda que el amor y la relación con Dios son más importantes que cualquier cosa terrenal, incluido el matrimonio. 

Así que, como creyentes, debemos esforzarnos por vivir de acuerdo a los valores del Reino de Dios y acoger con fe y esperanza la promesa de la vida eterna, seguros de que Dios está siempre a nuestro lado.

Señor, haznos comprender que nos llamas respetando nuestra libertad, aunque desgraciadamente a veces hagamos mal uso de ella. Por eso venimos a buscar en ti la luz para no desviarnos del camino y así, no perder las fuerzas ante las dificultades.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:53 a.m. | Permalink |


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