"A ti gloria y alabanza por los siglos"...Dn 3.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Domingo 4 de Junio del 2023
Hoy celebramos como Iglesia Universal la Santísima Trinidad. El misterio de la Santísima Trinidad es el Camino por el cual el Dios Verdadero y Único se revela a los hombres, los aparta del pecado y los une consigo mismo; y las Sagradas Escrituras nos afirman que Dios es Uno y Trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) un solo Dios que está presente en tres personas lleno de amor purísimo, infinito y eterno.
Hoy nos dice el texto del Evangelio tomado de Jn 3, 16-18 que Jesús le dice a Nicodemo: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo Único para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo Único de Dios." Jn 3, 16-18.
Miremos algo muy importante que nos indica el Evangelio: Nicodemo, hombre judío muy importante y rico que hacia parte del sanedrín, sale en la noche a buscar la Luz. Salió a buscar la verdad, la Palabra salvadora.
Jesús le recibe y entabla una profunda conversación y en ella, le demuestra la grandeza del amor de Dios hacia los hombres. Un amor extremo y exagerado, tan grande, que fue capaz de entregar a su propio Hijo.
Jesús le reveló que Dios es Amor, no en la unidad de una sola persona sino en la trinidad: Padre Creador y de una gran Misericordia. Un Hijo con una gran Sabiduría que muere y resucita por todos nosotros y un Espíritu Santo que lo mueve todo. Tres personas que son un solo Dios.
Hermanos, hoy estamos invitados a celebrar con gran alegría el inmenso Amor de nuestro Padre-Dios. Él es un Padre Misericordioso que con su inmenso amor nos llama a vivir en una comunión fuerte con Él, porque en Él encontramos vida abundante y duradera.
Dejémonos transformar por la voz de Dios y busquemos establecer una sólida y profunda relación con Él para conocer su verdad y comprender su invitación a vivir la vida nueva. Recordemos que Él es el origen de todas las cosas y quien las sostiene.
Gracias, Padre Dios por querernos como hijos. Gracias Jesús por hacerte hermano nuestro. Gracias Espíritu Santo por darnos tu fuerza y animarnos a creer.