"El Señor puso en el cielo su trono"...Salmo 103
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 26 de Mayo del 2023
Hemos transitado por la muerte de Jesús y nos encontramos en
tiempo de Pascua. Queremos reconocerle en los acontecimientos, aunque nos
cuesta contemplar su victoria en medio de conflictos mundiales y toda clase de
incertidumbres. Las mismas luchas y dudas que se replican en nuestro interior.
En el Evangelio de hoy tomado de Jn 21, 15-19 Jesús Resucitado tiene un encuentro cercano con Simón Pedro, el cual se entiende como una verdadera reconstrucción de su relación con él, pues había fallado a su promesa: "Daré mi vida por ti" cuando lo negó tres veces.
Jesús le dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que a estos? " Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dice: "Apacienta mis corderos". Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Él le dice: "Pastorea mis ovejas". Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Jn 21,15-17.
Simón Pedro pasa por un examen de amor. Jesús Resucitado lo pone a prueba y él, la pasa, porque logró comprender que le había fallado y llora arrepentido. Él respondió con generosidad y humildad porque estaba dispuesto a todo por Jesús.
Que gran ejemplo nos regala Simón Pedro hoy. Si hermanos, cuando se ama con sinceridad, se ama hasta el extremo y eso es lo que hoy nos muestra el apóstol Pedro. Él le manifiesta a Jesús su docilidad y disposición al servicio en cualquier circunstancia y con prontitud. Entonces es importante que nos preguntemos: ¿Cómo nos sentimos nosotros hoy? ¿Seremos capaces de pasar también la prueba? Si Jesús nos examinara creemos que la pasaríamos?.
Hermanos, amar es darse y entregarse sin medidas porque el amor no tiene límites, ni fronteras.
Finalmente Jesús le dijo a Simón Pedro: "Sígueme" y le propone seguirlo sin ningún tipo de interés y de condiciones.
Señor, acrecienta en nuestra alma la virtud de la fe para amarte por encima de todas las cosas y de la misma manera amar a nuestro prójimo, como nos amamos nosotros mismos.