viernes, mayo 26, 2023

"El Señor puso en el cielo su trono"...Salmo 103

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 26 de Mayo del 2023

Hemos transitado por la muerte de Jesús y nos encontramos en tiempo de Pascua. Queremos reconocerle en los acontecimientos, aunque nos cuesta contemplar su victoria en medio de conflictos mundiales y toda clase de incertidumbres. Las mismas luchas y dudas que se replican en nuestro interior. Una Presencia nueva nos atrapa. El tercer encuentro con el Resucitado puso las pilas a aquellos pescadores entre los que se encontraban, el discípulo amado, sin nombre, y el que amaba, con nombre propio. Pedro es interpelado tres veces por Jesús que intentaba confirmarlo en su amor. Jesús no necesitaba escuchar lo que ya sabía, lo necesitaba el culpabilizado Pedro que lo había negado otras tres veces durante aquel infame interrogatorio ante el sumo sacerdote. Los que no sabemos amar y lo intentamos con un amor titubeante, somos amados por Jesús. Jesús sabía muy bien que Pedro amaba y que ese amor le hacía más capaz de cuidar de otros, por eso nos deja en sus manos. Me gusta esta manera de aproximarnos al primado de Pedro que tiene menos que ver con el poder otorgado que con la autenticidad del amor reconocido en el viejo pescador de Galilea.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 21, 15-19 Jesús Resucitado tiene un encuentro cercano con Simón Pedro, el cual se entiende como una verdadera reconstrucción de su relación con él, pues había fallado a su promesa: "Daré mi vida por ti" cuando lo negó tres veces.

Jesús le dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan,  ¿me amas más que a estos? " Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dice: "Apacienta mis corderos". Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Él le dice: "Pastorea mis ovejas". Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Jn 21,15-17.

Simón Pedro pasa por un examen de amor. Jesús Resucitado lo pone a prueba  y él, la pasa, porque logró comprender que le había fallado y llora arrepentido. Él  respondió con generosidad y humildad porque estaba dispuesto a todo por Jesús.

Que gran ejemplo nos regala  Simón Pedro hoy. Si hermanos, cuando se ama con sinceridad, se ama hasta el extremo y eso es lo que hoy nos muestra el apóstol Pedro. Él le manifiesta a Jesús su docilidad y disposición al servicio en cualquier circunstancia y con prontitud. Entonces es importante que nos preguntemos: ¿Cómo nos sentimos nosotros hoy? ¿Seremos capaces de pasar también la prueba? Si Jesús nos examinara creemos que la pasaríamos?.

Hermanos, amar es darse y entregarse sin medidas porque el amor no tiene límites, ni fronteras. 

Finalmente Jesús le dijo a Simón Pedro: "Sígueme" y le propone seguirlo sin ningún tipo de interés y de condiciones. 

Señor, acrecienta en nuestra alma la virtud de la fe para amarte por encima de todas las cosas y de la misma manera amar a nuestro prójimo, como nos amamos nosotros mismos.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:38 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>