"El Señor revela a las naciones su victoria"... Salmo 98
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Jueves 18 de Mayo del 2023
La vida del seguidor de Jesús está expuesta a las diversas circunstancias de la vida de cualquier persona. Y en la vida de cualquier persona hay alegrías y dolores. Esta experiencia humana explica muy bien las palabras de Jesús en el evangelio de hoy. Jesús anuncia que después de un periodo de dolor y angustia, volverán a verlo y su tristeza se convertirá en alegría. Pero esa promesa no es para verlo con los ojos del cuerpo o con la inteligencia, sino con la mirada del amor y la fe que nos permite reconocer su presencia aun en los momentos más difíciles y oscuros de nuestra vida. Hoy nos invita a saber que la Fe en Él realmente consiste en saber que está siempre con nosotros a pesar de que físicamente no lo veamos.
En el Evangelio de hoy tomado de Jn 16, 16-20 Jesús intenta levantar el ánimo a los discípulos quienes se encuentran tristes y decaídos por los anuncios que estaba dando Jesús sobre su despedida. Él les manifiesta que se va al Padre, pero su ausencia será breve y cuando vuelva ya no se marchará jamás. Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: "¿Están discutiendo de eso que les he dicho: "Dentro de poco ya no me verán, y dentro otro de poco me volverán a ver"? En verdad, en verdad les digo: ustedes llorarán y se lamentarán, mientras el mundo estará alegre; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría". Jn 16, 19-20.
Hermanos: En este Evangelio Jesús está explicando a sus discípulos como será su partida y cómo sentirán tristeza y dolor en su ausencia. Sin embargo, les asegura que esa tristeza se convertirá en gozo cuando lo vuelvan a ver. Con esto se refiere a su resurrección y la alegría que este hecho traerá a sus seguidores.
Miremos algo muy importante: hermanos, hay momentos en nuestras vidas en los cuales nos sentimos muy tristes y perdidos, especialmente cuando experimentamos una pérdida significativa como la de un ser querido o una persona muy cercana. Si, nos cuesta ver una luz al final del túnel y nos llenamos de tristeza y de miedo. Pero recordemos que Jesús es el mejor médico ante todo dolor; y este, lo transforma en alegría.
La resurrección de Jesús nos muestra que la vida sigue y que podemos encontrar esperanza incluso en los momentos más oscuros de la vida. Pongamos pues toda nuestra confianza en Dios quien nos guiará hacia la nueva vida y a una nueva esperanza. Mantengamos nuestra fe en Él y así podremos superar cualquier dolor al que enfrentemos.
Señor, Tú, que eres tan grande, nos conoces, conoces nuestro corazón, virtudes y debilidades. Tú sabes que hay muchas cosas en nuestros corazones que nos inquietan y nos acongojan. Todo ello te lo ofrezco para encontrar en ti nuestras alegrías.