miércoles, mayo 10, 2023

"Vamos alegres a la casa del Señor "...Salmo 122

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 10 de Mayo del 2023

Hoy nos disponemos a escuchar y recibir en lo profundo de nuestro corazón, las palabras del evangelio, como lo hicieron los Apóstoles entonces. Sentados a la mesa de la Palabra, de la Eucaristía, hacemos nuestra la advertencia de Jesús, “sin Mí no podéis hacer nada”. Llamada a repensar cómo es mi vivencia de la fe cristiana. Momento para escuchar la llamada de atención de Jesús a los cristianos hoy. No podemos reducir la fe sólo al conjunto de creencias y prácticas religiosas, ni tan siquiera a actos de solidaridad, aunque también, sin una experiencia interior y vital de Él, de la persona de Jesús. Dejar que la savia de Dios Amor, vaya entrando y animando nuestra vida cristiana, para dar los frutos que toda vid produce y que es nuestra misión y la de nuestras comunidades, hacer posible el Reino querido por Jesús, con los pequeños gestos en nuestra vida cotidiana y con las posibilidades que a cada uno la vida le ofrece. Y nos recuerda Jesús “sin Mí no podéis hacer nada”

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 15, 1-8, Jesús nos muestra la figura de la Vid para invitar a sus discípulos a permanecer unidos a Él y así, recibir la savia de la vida. Y les dice: "«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer." Jn 15, 1-5.

Hermanos, este Evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y también sobre la forma como la cultivamos, porque si queremos dar frutos abundantes en la vida, necesitamos estar siempre conectados con Él haciendo su voluntad, nutriéndose de su Palabra, orando con frecuencia y confiar en Él en todos  los momentos.

Jesús nos recuerda que cuando no permanecemos en Él, somos como sarmientos que se secan y se marchitan; es decir, sin Él y sin Dios, nuestras vidas carecen de sentido y propósito, y podemos sentirnos perdidos y confundidos. Por tanto, su llamado es a permanecer siempre en Él para poder encontrar la paz y la felicidad que tanto anhelamos.

Señor, tú nos has dicho que si no estamos unidos a la vid no podemos dar fruto. Sabemos que tú eres esa vid, y que la oración es la que nos une a ti. Ayúdanos en esta meditación a conocerte más para estar tan unidos a ti que no podamos separarnos jamás y así podamos llevar mucho fruto de amor a otros hermanos para que conociéndote, te amen y te sigan.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:51 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>