"Tú eres mi hijo: Yo te he engendrado hoy"...Salmo 2.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 5 de Mayo del 2023
El Reino de
Dios es la promesa cierta para todos los que somos discípulos de Jesús, pero también
es una misión porque estamos llamados a dar testimonio de Él ante el mundo.
Donde haya un cristiano, allí mismo estará Jesús.
En el Evangelio de hoy tomado Jn 14, 1-6, podemos percibir que los discípulos, después de escuchar al final de la última cena a Jesús se muestran desconcertados, tristes y abatidos por los hechos ocurridos durante ese compartir fraterno (Judas abandona la cena para ir a negociar la entrega, el anuncio de que Pedro lo negaría y la partida muy próxima de su Maestro).
Al notar Jesús esa situación, les dice: "No se inquieten. Crean en Dios y crean en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho, porque voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy”. Tomás le dijo: “Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?”. Jesús le respondió: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.” Jn 14, 1-6.
Miren: Jesús capta la tristeza y la tribulación que les rodea, se conmueve y les trata de animar. Y les recuerda que "Él es el Camino, la Verdad y la Vida, nadie puede llegar al Padre sino por Mi". Pero Tomás a nombre de todos ellos toma la palabra y le dice que ignoran ese camino, Él les vuelve a repetir que "Él es ese Camino, esa Verdad y esa Vida".
Hermanos, este Evangelio además de inquietarnos, nos lleva a preguntarnos: ¿Dónde y como está Jesús en mi vida? ¿entiendo lo que Él me ofrece? ¿Cómo haré para hacerlo conocer a los demás?. Y es que ser cristiano, seguidor de Jesús es mucho más que una ideología política o alguna organización religiosa. Recuerda siempre que Jesús es ese alguien que le da sentido pleno a nuestra existencia y nos señala en camino para alcanzar la felicidad en la casa del Padre.
Señor, queremos ocupar esa habitación que con tanto amor nos has preparado. No permitas que seamos indiferente a esta maravillosa verdad. Ayúdanos a permanecer siempre cerca de Ti.