lunes, mayo 01, 2023

"Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo"...Salmo 42.

REFLEXION AL EVENGELIO DE HOY

Lunes 1 de Mayo del 2023

Los paisanos de Jesús no disimulan su desconcierto pues no se explican cómo el hijo de un carpintero atesora tanta sabiduría y tanto saber estar para comunicar su saludable mensaje con la autoridad con la que él lo hace y, además, realizar signos o milagros. Sus compatriotas se preguntan con cierta reticencia y no ocultan su desconfianza y un claro rechazo hacia Jesús de Nazaret. Saben sus antecedentes familiares, conocen el mundo al que pertenece… y parece que tales premisas no dan para tanto. La tímida defensa de Jesús consiste en un dicho sobre lo mal visto que es un profeta en su patria, si bien lo fundamental es que sus coterráneos se cierran a acoger su palabra y no se atreven a leer con mejores ojos sus signos curadores y compasivos.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 13, 54-58 nos relata como fue la visita de Jesús en Galilea su ciudad natal.

Dice el texto que: "En aquel tiempo fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: "¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?" Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: "Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta." Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe. Mt 13, 54-58.

La gente estaba sorprendida  y se preguntaban cómo éste, hijo del carpintero podría ser distinto a ellos. Jesús les hace una observación diciéndoles: "Un profeta no es honrado en su propia tierra"; y allí, no hizo muchos milagros a causa de la falta de fe de esa gente.

Hermanos, al igual que los habitantes de Nazaret, hoy a menudo muchos de nosotros nos dejamos llevar por nuestras propias percepciones limitadas y no aceptamos los planes que tiene Dios para con nosotros. Entonces se nos hace necesario, que tú y yo, nos esforcemos por tener una fe firme y adulta para confiar plenamente en las promesas de Dios como también en su poder ilimitado. Solo así, entonces, podremos recibir de Él sus bendiciones y su ayuda espiritual para realizar las obras a las que Él nos ha llamado realizar con un testimonio ejemplar.

Señor, en este Evangelio vemos reflejada nuestra tendencia a ponerte límites a todas las cosas, a no confiar plenamente en lo que Tú quieres. Ante nuestra debilidad, ante tanta distracción, necesitamos de tu gracia para que nunca más despreciemos la intimidad con la que podemos llegar a tener contigo como amigo fiel y realizar todas las cosas de acuerdo a tu voluntad.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:04 a.m. | Permalink |


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