domingo, mayo 14, 2023

"Aclamen al Señor, tierra entera "...Salmo 66.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 14 de Mayo del 2023

Jesús nos recuerda que nos ha amado mucho y de manera única, y hoy nos dice: «No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos, y yo doy mi vida por vosotros». Se trata de un Amor que va a permanecer dentro de nosotros, haciéndonos instrumentos de su amor. Será el Espíritu de Jesús, el Paráclito, quien hará posible que amemos como él. El seguimiento, el compromiso, el testimonio, la capacidad de entregarnos a los demás -como él- hasta dar la vida... depende del amor que le tengamos a Jesús y del amor que Él nos haga experimentar. Dependen de ese Espíritu que nos habita y nos hace arder en caridad. Y para quien le ama verdaderamente, todo se le hace poco: guardará sus palabras y las hará vida. Será OTRO CRISTO.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 14, 15-21, Jesús en el contexto de la última cena les recuerda a sus discípulos que el amor es el fundamento esencial para la persona que le sigue y les dice: "Si me aman, guardarán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que les dé otro Paráclito, que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, lo conocéis, porque mora con ustedes y está en ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo no me verá, pero ustedes me verán y vivirán, porque yo sigo viviendo. Entonces sabrán que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él" Jn 14, 15-21.

Jesús les revela a sus discípulos su corazón filial y fraterno; y les promete enviarles un Defensor que les guiará y les inspirará para que comprendan e interpreten para cada tiempo y circunstancias, la Palabra.

Jesús sabe que ellos afrontarán dentro de su ámbito cotidiano luchas; y aunque Él falte físicamente no les faltará su Espíritu como presencia nueva que vendrá a ellos después de su Resurrección. Por ello, les pide estar siempre dispuestos y abiertos a este que les dará comunión y vida.

Hermanos, la presencia constante del Espíritu Santo entre nosotros hace que vivamos en una comunidad auténtica que vive y acepta el mensaje de Jesús. 

Señor, una vez más nos enseñas que el amor no es un simple sentimiento sino que es donación con fidelidad. Danos la gracia de amarte cumpliendo tus mandamientos y viviendo la caridad cristiana hacia mi prójimo. Ilumina nuestra mente, alma y corazón con la luz de tu Espíritu para que te conozcamos más.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:07 a.m. | Permalink |


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