domingo, mayo 28, 2023

"Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra"...Salmo 104.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 28 de Mayo del 2023

La solemnidad de Pentecostés que celebramos hoy, nos invita a renovar la dimensión misionera de nuestra identidad cristiana. Dice el texto de Evangelio que los Apóstoles “quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar”, es decir, comenzaron a hacer comprensible aquella experiencia de Jesús de Nazaret que convocó a cada uno desde su misterio personal y los congregó en fraternidad. Ese mismo Espíritu acompañará permanentemente a la Iglesia para que pueda confesar que “Jesús es el Señor” y la enriquecerá con una diversidad de dones, ministerios y actividades para el anuncio del Reino.

Hoy es Pentecostés festividad que pone termino al tiempo litúrgico de la Pascua de Jesús y celebra la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles quienes se encontraban reunidos junto con María la madre de Jesús. Es la fiesta cristiana de primera categoría y se constituye en uno de los domingos más importantes de la liturgia de la Iglesia. 

El Evangelio de Jn 20, 19-23 nos narra los momentos más significativos de este gran acontecimiento: "Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a ustedes". Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: "Paz a ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo". Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos". Jn 20, 19-23.

Este Evangelio de hoy nos regala el hermoso pasaje que vivieron María la madre de Jesús junto con los discípulos, cuando Jesús Resucitado se hace presente en medio de ese encerramiento que vivían por  el miedo y el temor de tener la misma suerte de Jesús, y Él les llena de su Paz y les entrega su Espíritu.

Jesús envía a todos los miembros de su Iglesia a participar de su divinidad y a convertirse en testigo de su Resurrección en todos los lugares del mundo para derrotar la aridez del corazón de los hombres y abrirlos a la esperanza y a la maduración interior con una firme relación con Dios y con el prójimo. 

Hermanos, tenemos que entender que La Paz de Jesús no es la que piensa el mundo. Él quiere que, nos perdonemos unos y otros para así, construir un mundo nuevo y fraterno. 

Pidámosle al Espíritu Santo en este día que nos ayude a sincronizar nuestros corazones a imagen del Sagrado Corazón de Jesús cambiando nuestro modo de pensar y actuar.

Ven, Espíritu Santo, llena nuestros corazones y enciende en ellos, el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra. Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:08 a.m. | Permalink |


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