"El Señor ama a su pueblo"...Salmo 149.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 2 de Junio del 2023

Esa es la forma en que Jesús se enfrenta a las corrupciones que el clero del templo ha ido introduciendo en el mismo, con la excusa de la pureza del sacrificio o la limosna. Y esto ha hecho enfurecer a Jesús pues está viendo la corrupción que conllevan estas transacciones, y así, echando fuera a los abusadores, celosos de una pureza ritual, quiere hacer del templo un lugar apropiado para la oración y la caridad. La frase, sin duda de origen divino, “no quiero sacrificios, sino misericordia”, está en el fondo de la acción de Jesús.

El Evangelio de hoy tomado de Mc 11, 11-26 nos presenta dos relatos que parecieran desconectados. El primero nos muestra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde es recibido con vítores por la multitud que lo aclama como el Mesías. Sin embargo, a pesar de este recibimiento, Jesús se dirige hacia el templo y lo encuentra lleno de comerciantes, realizando transacciones en el lugar que debería ser considerado sagrado. En un acto de indignación, Jesús expulsa a los comerciantes del templo, y les recrimina por haber convertido la casa de Dios en un mercado, diciéndoles: "Está escrito. Mi casa será casa de oración para todas las naciones, mientras que ustedes la han convertido en cueva de asaltantes". Y el segundo relato, nos dice que Jesús al salir de Betania, sintió hambre.  Al ver de lejos una higuera frondosa, se acercó para ver si encontraba algún fruto; al no encontrar más que hojas por no ser la temporada de cosecha, entonces le dijo: " Nunca jamás, nadie coma frutos tuyos". Al día siguiente sus discípulos se sorprenden al ver que la higuera se ha secado" .Mc 11,11-26.

En estos dos relatos que nos muestran el Evangelio de hoy podemos apreciar que la actitud de Jesús era la de cuestionar las cosas que la gente le estaba dando una mayor importancia.  

Muchas veces nos creamos necesidades fuera de lo normal y queremos tener cosas innecesarias; y es aquí donde vienen los problemas, porque no es lo externo lo que se seca sino que poco a poco nosotros mismos nos vamos secando por dentro, pues no gozamos la vida por estar amarrados a las cosas superfluas, innecesarias y que nos invitan a vivir de las apariencias. 

Hermanos : Hoy Jesús nos exhorta a dar mayor importancia a la fe y la oración. También nos muestra cómo estas nos ayudan si lo hacemos con seguridad y de la manera más sencilla y humilde. 

Recordemos que la fe mueve montañas y esta, nos ayuda a seguir caminando a pesar de las dificultades que se nos presenten. 

Señor, aumenta en nosotros la fe para que podamos verte cada instante de nuestra vida; y cuando vayamos a tu casa, ella sea para nosotros una casa de oración donde te encontremos y te demos gracias por tus bondades y misericordias.