lunes, junio 05, 2023

"Dichoso quien teme al Señor"...Salmo 112.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 5 de Junio del 2023

Normalmente las parábolas de Jesús son fáciles de entender, sobre todo cuando alguna de ellas se la dirige a alguien en concreto, como es el caso del evangelio de hoy dirigida a los sumos sacerdotes, a los letrados y a los senadores. En una interpretación de esta parábola, podemos concluir que se trata de la ampliación de la amistad y salvación de Dios del pueblo judío a toda la humanidad. Dios hace un pacto de cercanía con el pueblo judío: “Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo” y para darle cumplimiento a esa promesa les envió profetas para mantener esa cercanía, pero a muchos de ellos les mataron. Llegada la plenitud de los tiempos, les envió a su propio Hijo con el deseo de extender su salvación a toda la humanidad. Sin embargo, las autoridades judías de entonces, con la colaboración de la autoridad romana, le rechazaron y le dieron muerte en lo alto de una cruz, pero al tercer día, Dios Padre resucitó a su Hijo. Entonces, El pidió a sus apóstoles que extendiesen su buena noticia a toda la humanidad hasta el día de hoy. “Id por el mundo entero y predicad el evangelio a toda criatura”. 

El Evangelio de hoy tomado de Mc 12, 1-12 nos presenta  la parábola de los viñadores asesinos donde podemos apreciar el gran conflicto que había entre Jesús con los Sacerdotes, los Ancianos y los Escribas del templo, quienes enojados por la actitud de Jesús al sacar del templo a vendedores y mercaderes en la víspera de la pascua judía, pues querían saber sobre el origen de su autoridad. 

En medio de la discusión Jesús les dijo la siguiente parábola: "«Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo azotaron y lo despidieron con las manos vacías. Les envió de nuevo otro criado; a este lo descalabraron e insultaron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos, a los que azotaron y los mataron." Le quedaba uno, su hijo amado. Y lo envió el último, pensando: "Respetarán a mi hijo". Pero los labradores se dijeron: :Este es el heredero. Venga, lo matamos y será nuestra la herencia. Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña." Entonces les preguntó: "¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, hará perecer a los labradores y arrendará la viña a otros?. Mc 12, 1-10.

Hermanos, Jesús nos muestra hoy la actitud que debemos tener hacia Dios y su obra. Dios ha plantado la viña creando el mundo y todo lo que hay en él; y nos ha dado la responsabilidad de cuidarla y de hacer que en ella nuestra semilla fructifique.

Pero a menudo somos nosotros como los viñadores malvados que vivimos rechazando a los emisarios de Dios que nos envía por vivir siempre apegados a  intereses egoístas y tratando sacar provecho de todo, para así tomar lo que es suyo.

Esta parábola nos desafía a examinar nuestra vida de ser hijos de Dios dejando a un lado todo interés personal; por tanto, preguntemos: ¿Somos como los viñadores malvados que rechazan a los mensajeros de Dios y tratamos de tomar lo que es suyo para nosotros? ¿O somos como los trabajadores fieles, que cuidan de la viña de Dios y hacen que fructifique?

Recordaremos que nosotros somos simples administradores de lo que Dios nos ha dado y que debemos estar dispuestos a rendir cuentas ante Él. 

Señor, transforma nuestras vidas, para que produzcamos los frutos que tu deseas y para los cuales tu la creaste.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:35 a.m. | Permalink |


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