"Gustad y ver qué bueno es el Señor"...Salmo 34.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 12 de Junio del 2023
Las bienaventuranzas no son un código moral desvinculadas de la persona de Jesús. Las bienaventuranzas solo se entienden desde Jesús, desde lo que él vivió y de todo lo que nos ha dicho de Dios, de nuestra vida, de nuestro caminar por la tierra, de nuestro destino, de su insistencia machacona en que vivamos el amor a Dios, a los demás y a uno mismo. Las bienaventuranzas contienen la “carta de identidad” del cristiano ―es nuestro carnet de identidad―, porque dibujan el rostro de Jesús, su forma de vida. Con ellas, Jesús nos enseña una nueva ley: ser pobre, ser manso, ser misericordioso... Estos “nuevos mandamientos” son mucho más que normas. El, no impone nada, pero revela el camino a la felicidad: su camino.
Jesús alienta a quienes, por voluntad, desean seguirle; y les señala una lista de reglas que tienen como hilo conductor la obtención de una mejor calidad de vida viviendo una vida plena, exitosa, abundante y significativa. Acoge a los pobres y excluidos, denuncia abiertamente al sistema opresor que excluye y persigue; y llena de esperanza a los que promueven la justicia y la paz.
Hermanos, las Bienaventuranzas no son solo unas promesas para esperar sino un programa de vida que transforma nuestras vidas y nos convierte en hombres y mujeres, que viviendo con sencillez en la cotidianidad, se colocan en las manos de Dios para ser testigos de su luz en todos los lugares del mundo y se hagan signos de la salvación donde se encuentren.
Sus Palabras nos quieren decir: "No busquemos la felicidad en la satisfacción de nuestros propios intereses sino trabajando de manera fiel y paciente por realizar un mundo más humano y feliz para todos".
Señor, gracias por indicarnos tan claramente el camino para poder alcanzar la dicha, la alegría que nos hará saltar de contento por toda la eternidad. Guíanos para que cada día estemos orientados hacia hacia esa meta final.