"Cantaré eternamente las Misericordias del Señor"...Salmo 89

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 2 de Julio del 2023

"Quien les Acoge a Mí Me Acoge". Jesús con estas Palabras instruye a sus apóstoles sobre su vocación y misión y les dice que seguirle hay que estar listos para sacrificarse por él. Y les dice que quienes les acojan también acogen a Dios. Hoy utiliza tres frases (refranes) que condensan su mensaje: Preferirle a él por encima de todo, de la familia, de la misma vida.. Tomar la cruz de cada día y seguir en camino. Jesús sabe, que lo que muchas son las personas que esperan de nosotros; y no es siempre por el dinero, sino por un detalle, una atención, una mirada de complicidad, un poco de nuestro tiempo, una palabra amable, una mano tendida, un abrazo.

Como leemos en este pasaje, Jesús les dice a sus discípulos que deben amarlo por encima de todo, incluso de sus familiares y amigos más cercanos. Su  mensaje es claro: Debemos estar dispuestos a sacrificar todo lo que tenemos, incluso nuestras relaciones más cercanas, para seguirle.

Y miren, como cristianos, a menudo podemos sentir la presión de complacer a quienes nos rodean, especialmente a nuestros seres queridos. Pero Jesús nos recuerda que nuestra verdadera lealtad y amor deben estar dirigidos a Él ante todo. Esto no significa que debamos cortar los lazos con nuestras familias y amigos. ¡No! Él nos invita a evaluar cómo están nuestras relaciones con nuestros hermanos y conociendo estas direccionarla hacia Jesús. Él también nos invita a reconocer la dignidad de las persona y de manera especial a las más humildes y que se encuentran necesitadas del amor de Dios.

Hermanos: Cuando practiquemos la compasión, la hospitalidad, la amabilidad y la generosidad hacia los demás, estaremos respondiendo al amor divino que Jesús nos ha mostrado. Por tanto, para seguir a Jesús, debemos estar siempre dispuestos a hacerlo centro de nuestras vidas y estar siempre abiertos a reconocer que su amor libera y hace livianas las cargas a fin de encontrar en Él  la verdadera felicidad.

Señor, cuánto nos cuesta ver la cruz en nuestras vidas. Nos da miedo que se presenten en nuestras vidas, sobre todo cuando estamos acomodados a lo bueno que nos ofrece el mundo. Ayúdanos a verte detrás de cada cruz y danos la fuerza necesaria para vencer esos momentos que nos da miedo estar solos y sin Ti.