"Gusten y vean qué bueno es el Señor"...Salmo 34.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Sábado 29 de Julio del 2023
Hoy celebra la Iglesia a Santa Marta hermana de Lázaro, amigos muy cercanos de Jesús que vivían en Britania aldea muy cercana a Jerusalén.
Jesús podría haber evitado la muerte de su amigo Lázaro, pero
quiso hacer suyo nuestro dolor por la muerte de nuestros seres queridos y,
sobre todo, quiso mostrar el dominio de Dios sobre la muerte. En este pasaje
del Evangelio vemos que la fe del hombre y la omnipotencia de Dios, el amor de
Dios, se buscan y, finalmente, se encuentran. Es como un doble camino: la fe
del hombre y la omnipotencia del amor de Dios se buscan y finalmente se
encuentran. Lo vemos en el grito de Marta y María y todos nosotros con ellas:
“¡Si hubieras estado aquí!...”. Y la respuesta de Dios no es un discurso, no,
la respuesta de Dios al problema de la muerte es Jesús: “Yo soy la resurrección
y la vida... ¡Tened fe! En medio del llanto seguid teniendo fe, aunque la
muerte parezca haber vencido. ¡Quitad la piedra de vuestro corazón! Que la
Palabra de Dios devuelva la vida allí donde hay muerte”. Papa Francisco. Ángelus, 29
marzo 2020
Esta relato nos muestra el poder y la autoridad de Jesús sobre la muerte y la vida, y su amor y compasión por las personas que lo rodean.
La respuesta de Marta es muy significativa: "Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo". Esta declaración de fe revela la profunda comprensión de Marta de la identidad y la misión de Jesús.
Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe en Jesús. ¿Creemos verdaderamente que Él es el Hijo de Dios, el Mesías prometido, el Señor de nuestras vidas? ¿O nuestra fe es sólo superficial o en base a nuestras necesidades momentáneas? La respuesta a estas preguntas es importante, ya que nuestra fe en Jesús es lo que nos permitirá recibir su gracia y vivir de acuerdo a su voluntad. Así que, al igual que Marta, debemos afirmar nuestra fe en Jesús y seguir confiando en Él sin importar las circunstancias.
Señor, tu resurrección es la prueba más grande de que el amor puede triunfar en el mundo. Tú nos enseñas que el amor es más fuerte y que contigo es siempre posible volver a empezar y trabajar por un mundo basado en la caridad.