"El Señor reina, altísimo sobre toda la tierra"...Salmo 97
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Domingo 6 de Agosto del 2023
La Transfiguración del Señor nos ofrece un mensaje de esperanza: Así seremos nosotros, con Él. Este evento nos invita a encontrarnos a Jesús, para ponernos al servicio de nuestros hermanos. La subida de los discípulos al monte Tabor nos induce a reflexionar sobre la importancia de separarse de las cosas mundanas, para cumplir un camino hacia lo alto y contemplar a Jesús. Se trata de ponernos a la escucha atenta y orante del Cristo, el Hijo amado del Padre, buscando momentos de oración que permiten la acogida dócil y alegre de la Palabra de Dios.
Hoy celebra la Iglesia La Transfiguración de Jesús. Este hecho ocurrió aproximadamente una semana antes de que los discípulos fueran a Cesares de Filipo, lugar donde Pedro le declaró a Jesús que era el Cristo de Dios.
Y así lo narra el Evangelio de hoy tomado de Mt 17, 1-9: "Jesús toma consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: "Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle". Mt 17, 1-5.
Hermanos, con este episodio Jesús le confirma a sus discípulos su Divinidad. Si, ante sus propios ojos pudieron ver a Jesús en su forma gloriosa rodeado por Moisés y Elías; y este hecho es una enseñanza a quienes le estamos siguiendo; pues Él nos pide que no nos dejemos confundir de otras propuestas y nos mantengamos firmes en el seguimiento de su camino y confiando plenamente en Él.
La voz del Padre que se escucha de una nube ratifica, que Jesús es el Hijo de Dios; "Este es mi Hijo, el Amado, en quien me complazco; escuchadlo", pero esta experiencia les aterra y caen al suelo llenos de miedo. Si, se encuentran sobrecogidos por esa cercanía con Dios. Y miren, lo que hace Jesús: se les acerca, los toca y les pide que se levanten y no tengan miedo.
Hermanos, que la transfiguración de Jesús nos invite permanentemente a que nos acerquemos cada vez más a Jesús con el corazón abierto y a que depositamos en Él toda nuestra confianza pues es nuestra guía y nos muestra el amor de nuestro Padre Dios.