"Acuérdate de mi, Señor, por amor a tu pueblo"...Salmo 106.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 9 de Agosto del 2023

La escena evangélica de hoy nos resulta un poco extraña, porque no sigue la línea normal de Jesús que acostumbra a atender de manera inmediata a toda persona que se acerca a él. Lo cierto es que hoy se hace “de rogar”. Parece como que no quisiera curar a la hija de la mujer cananea. Hasta sus discípulos interceden por ella. “Atiéndela, que viene detrás gritando”. Jesús, a pesar de sus aparentes reticencias, acaba haciendo caso a la mujer cananea. Es la perenne actitud de Jesús ante todo el que confía en él. Ante la fe y confianza de los que los que se acerca a él… Jesús jamás se resiste: “Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas”. Una vez más, es un buen día para pedir a Jesús que aumente nuestra fe, nuestra confianza, nuestro amor hacia él.

Dice el texto del Evangelio, que Jesús no respondió una sola palabra, y entonces, los discípulos se le acercaron y le suplicaron diciéndole: "“Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos”. Jesús respondió: “Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”. Pero la mujer fue a postrarse ante Él y le dijo: “¡Señor, socórreme!” Jesús le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros”. Ella respondió: “¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!” Entonces Jesús le dijo: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!” Y en ese momento su hija quedó sana. Mt 15, 21-28.

La respuesta de Jesús fue inesperada. Él tiene una vocación concreta y definida: "¡He sido enviado solamente a las ovejas descarriadas y perdidas de la casa de Israel". 

Una respuesta muy dura para la mujer pagana, pero ella no se amilanó sino que le respondió: "Dame la sobra de lo que cae de la mesa de los señores" y Jesús compasivo le revela que la salvación es para todos, le da apertura y acogida sin reserva alguna. 

Hermanos una excelente reflexión nos brinda este Evangelio: Cuando nos encontramos con esas personas que sufren, la voluntad de Dios se nota y resplandece con gestos de caridad. Él quiere que tú y yo estemos prestos a aliviar los sufrimientos de las personas y que lo demás vendrá por añadidura. Recordemos que ese fue el camino que escogió Jesús para serle fiel a Dios.

Señor, ¡hazme testigo de nuestra Fe frente a las dificultades; pues sentimos que esta se debilita cuando mas, debería crecer en ti. Humildemente recurro a ti, Señor para que nos ayudes a aumentar nuestra fe, acrecentar la esperanza y, sobre todo, crecer en la caridad hacia los demás!.