"Dichoso el que se apiada y presta"...Salmo 112.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Jueves 10 de Agosto del 2023
Jesús es claro. No se puede engendrar vida sin dar la propia. No
se puede hacer vivir a los demás si uno no está dispuesto a “des-vivirse” por
los otros. La vida es fruto del amor, y brota en la medida en que nos
entregamos. Sin entrega no hay misión.
El Evangelio de hoy tomado de Jn 12, 24-26, nos presenta una sencilla parábola de Jesús con un gran significado que invita a seguirle con toda confianza y sin reserva alguna. Su texto nos dice: "En verdad les digo: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la destruye; y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor." Jn 12, 24-26.
Jesús quiso comparar nuestras vidas con una pequeña semilla de trigo. Cuando esta cae a tierra se transforma y deja de ser semilla, nace y crece hasta convertirse en una planta para dar frutos abundantes; y lo que quiso dar a entender es que cuando nosotros caemos en sus manos, como buena tierra, nuestras vidas se transforman y crecemos siendo testigos de su amor en la humanidad. Si cambiamos nuestra forma de pensar y actuar, somos dóciles y comprensivos, y amamos sin límite alguno.
Hermanos, hoy Jesús nos habla al oído y nos aconseja que para ser unos auténticos discípulos suyo, tenemos que esforzarnos a morir a todas aquellas situaciones que nos alejan del auténtico camino y eso lo conseguimos cuando nos dejamos conducir por la voz del Espíritu Santo.
Señor, ayúdanos a servirte siempre y en todo. Danos la generosidad para así, servir con todo tu amor a los demás.