"Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación"...85.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Domingo 13 de Agosto del 2023
El episodio evangélico de hoy tiene validez en todo tiempo tanto
a nivel personal como comunitario. Es una lección de la necesidad de la fe ante
las crisis, las dudas y los fantasmas del miedo. Nos ronda el miedo, la
desesperanza, la desconfianza…
El Evangelio de hoy tomado de Mt 14, 22-33 nos recuerda cuán importante es tener puesta siempre la confianza en Dios.
Veamos qué nos dice el texto del Evangelio: "Después de que se hubo saciado la muchedumbre, Jesús obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí. La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino Él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: "Es un fantasma", y de miedo se pusieron a gritar. Jesús les dijo enseguida: "¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!" Pedro le contestó: "Señor, si eres tú mándame ir hacia ti andando sobre el agua". Él le dijo: "Ven". Pedro bajó de la barca y se echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: "Señor, sálvame". Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: "¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?" En cuento subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: "Realmente eres Hijo de Dios". Mt 14, 22-33.
Hermanos, este Evangelio de hoy es una invitación a renovar nuestra Fe, a permanecer fieles frente a las tentaciones de la vida y a las arremetidas de muerte que a diario nos presenta el mundo.
Hoy es un día para confiar una y otra vez en Jesús quien es ese amigo fiel que nunca defrauda. Si, Él es el único que nos libera de los temores y no permite que nos rindamos.
Tú y yo estamos invitados a no seguir dudando, ni a vacilar sobre nuestra Fe porque nos puede suceder como le sucedió a Pedro. Recordemos que Jesús siempre estará dispuesto a extender sus manos para salvarnos mientras nos dice: "Hombres de poca fe, ¿por qué dudan?".
Señor, creemos que verdaderamente eres el Hijo de Dios y hoy, al igual que llamaste a Pedro, nos llamas a caminar sobre nuestras dificultades porque quieres tener un encuentro con nosotros. Ven e ilumina y guía nuestras vidas para que podamos descubrir tu voluntad y seguirte sin condiciones.