"El Señor reina vestido de majestad"... Salmo 93.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 18 de Abril del 2023
En
estos días hemos venido recorriendo el camino de la Resurrección queriendo
experimentar la presencia viviente y misericordiosa de Jesús Resucitado,
haciendo nueva nuestras vidas y naciendo de nuevo con la fuerza del Espíritu
Santo. Resucitar o nacer de lo alto es la invitación y exhortación que nos hace
el Señor en este tiempo, poder sumergirnos en su muerte
y resurrección para convertirnos en personas nuevas, en discipulos
ardientes y enamorados del Reino, del Resucitado. Como a
Nicodemo quizás nos cueste entender estas palabras de Jesús y más aún
comprenderlas en nuestra vida, porque muchas veces nuestros esquemas,
estructuras y costumbres nos hacen creer que estamos bien, que nada tenemos que
transformar, sin embargo Jesús también a nosotros nos interpela, nos
provoca…¿Qué significa en mi vida hoy, nacer de lo alto, nacer de nuevo?
Es Dejarnos perdonar y transformar, perdonar y ser misericordiosos con los
hermanos, dejar nuestros escondites y seguridades para salir al encuentro de
los hermanos más necesitados y siendo testigos de la Nueva Vida que nos regala
Jesús, con su Espíritu.
Como lo leemos en el texto del Evangelio, Jesús le dice a Nicodemo: "No te asombres de que te haya dicho: Tienes que nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu". Respondió Nicodemo: "¿Cómo puede ser eso?" Jesús le respondió: "Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen al decirles cosas de la tierra, ¿Cómo van a creer si les digo cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.". Jn 3, 7-14.
Nicodemo está aturdido y no le entiende a Jesús y este, ante su incomprensión le dice que tiene que nacer de lo alto, es decir, tener un nuevo nacimiento a una vida nueva y diferente a la que lleva. Es entrar a vivir en el Reino de la gracia de Dios.
Hermanos, las Palabras de Jesús son las palabras del Padre y Él nos pide creer y permanecer en ella guardándola en el corazón como un tesoro. Para ello, tenemos que luchar en lograr una Fe firme y fuerte para creer de verdad que Él es el Hijo de Dios. Es volver la mirada hacia Él, es verle y creerle para así, con Él, vivir la vida eterna.
Por tanto, hermanos, necesitamos dejar de lado nuestros propios argumentos y seguridades para que su Espíritu Santo nos instruya y nos empape con su sabiduría.
Señor Jesús, tu nos conoces y sabes como somos: aferramos a nuestros esquemas, a nuestras estructuras y costumbres, porque en ellas, nos sentimos seguros, al igual que a Nicodemo; y nos cuesta entenderte, y como él queremos ser justos, queremos seguirte. Te pedimos que soples sobre nosotros tu Espíritu, renuévanos, déjanos nacer de lo alto, nacer de nuevo.