" Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios mío, tú no lo desprecias"...Salmo 51
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
.Miércoles 1 de Marzo del 2023
Los doctores de la ley no entendían los signos de los tiempos, y querían de Jesús un signo extraordinario. Estaban cerrados en su sistema, tenían perfectamente acomodada la ley. Todo lo tenían ordenado a su manera. Ellos habían olvidado la historia. Habían olvidado que Dios es el Dios de la ley como también el Dios de las sorpresas, el Dios que es siempre nuevo. Ellos no entendían y se cerraban a un sistema hecho con tanta buena voluntad; que pedían a Jesús que les diera «una señal», continuando sin entender «los numerosos signos que hacía Jesús y permaneciendo en una actitud de total «cerrazón».
En el Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 29-32, Jesús al ver que la multitud se apretujaba para escucharlo, comenzó a decirles: "La gente de este tiempo es una gente perversa. Piden un signo y no les será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay Alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay Alguien que es más que Jonás”. Mt 11, 29-32
Los Escribas y Fariseos le pedían a Jesús un milagro sensacional, algo extraordinario que asombrara para así, creerle.
Hermanos, Muchas personas se sienten insatisfechas con todo lo que Dios les da y hasta cogen rabietas con Él porque nos les da gusto.
Yo considero esto como una irreverencia con aquel que nos regala sin condiciones, la vida diaria, su amor y su misericordia cuando nos sentimos tocados o caídos, pues la falta Fe y la crisis de separación con Dios, se hace presente.
Se hace entonces necesario realizar un minucioso análisis de lo que nos está sucediendo. Tenemos que apartar de nuestras mentes el logro de milagros extraordinarios y mirando a Dios, dispongámonos a vivir comprometidos con la Fe dando con nuestras vidas testimonio de que Jesús es el centro de ella para que así, sean muchas personas que al ver como actuamos, se animen en cambiar y nos sigan.
Señor, no permitas que te pidamos mas señales o dudemos de Ti, ayúdanos a crecer cada día en la fe y en la humildad.