"Misericordia, Señor, hemos pecado"...Salmo 51
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 22 de Febrero del 2023
El Evangelio nos habla de tres obras de piedad: la limosna, la oración y el ayuno. Estas tres obras fueron criticadas por Jesús, porque los Judíos, muchas veces las practicaban para ser vistos por los demás, sin que estas sirviesen para transformarse en un signo claro de amor, de fe y de conversión permanente. Vivir así este tiempo sería un volver a las exterioridades, sin haber cambiado el corazón. Entremos a nuestro corazón, entremos a lo más íntimo de nuestra intimidad. Necesitamos atrevernos a amar y a realizar de manera permanente y silenciosa un ejercicio práctico de caridad. Necesitamos tener coraje para encontrarnos con nuestro corazón, desde ese encuentro con lo que en verdad somos, podemos orar, ayunar y dar limosna de manera auténtica.
Hoy Miércoles de Cenizas inicia el tiempo de la Cuaresma, un periodo de purificación, reflexión, conversión para prepararnos a vivir la Pascua de nuestro Señor Jesucristo. Su duración es de 40 días y termina el Jueves Santo.
Es este un tiempo fuerte de Espiritualidad donde se nos invita a reiniciar nuestro caminar recargados como lámparas para vivir con vigor el banquete del Reino de Dios.
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Jesús les propone a sus discípulos un cuidado especial en la práctica de los actos piadosos y les pide que más bien se ejerciten en vivir la práctica del amor a los demás sin ostentación sino a un nivel mucho más profundo y discreto y les trae a colación tres obras de piedad que se practican según la Ley de Moisés ( la limosna, la oración y el ayuno), pues éstas estaban siendo utilizadas por los Fariseos para querer demostrar a los demás de manera hipócrita su formalismo exterior y superioridad.
Hermanos, hoy Jesús nos enseña algo muy importante: No buscar recompensas ante la opinión pública. Las obras que realicemos deben hacerse con amor, entrega incondicional y con mucha humildad, sin que sobresalga el afán del exhibicionismo o de ser vistos por otros.
Señor, abre nuestras almas, hazlas más grandes. Que no se queden en cosas egoístas, raquíticas, mezquinas. Enséñanos a practicar el bien por amor a ti, y no para que nos vean.