domingo, febrero 19, 2023

"El Señor es compasivo y misericordioso"...Salmo 103.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 19 de Febrero del 2023

Evangelio nos relata esencialmente el llamado de Jesús a ser perfectos. Para ser perfectos, tenemos que comprender que tenemos que hacer un camino como discípulos, como seguidores, como llamados a anunciar el Reino de los Cielos. Perfectos para nosotros y para Dios significa ser santos. Ser santos en lo cotidiano. Santo que se animen, que nos animemos a amar a nuestros enemigos a rogar por ellos. A dejar atrás la antigua ley. La invitación de Jesús hoy, es a potenciar esa ley antigua en la ley con la entrega y con amor hacia todos los hombres por igual.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 38-48, Jesús les dice a sus discípulos: "Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado. Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo". Mt 5, 38-44.

Jesús le propone a sus discípulos entrar al mundo del amor, un mundo totalmente diferente, donde el mal  se le vence con el bien, por eso, se nos hace muy importante buscar siempre los caminos que nos lleven hacia la vida en fraternidad.

Y es que amar al enemigo no significa ser tolerantes frente a las injusticias. Jesús hoy nos pide que no es posible la lucha contra el mal mientras prevalecen las injusticias y se destruyen a las personas.

Hermanos, Jesús tuvo en su mente un sentido común suficiente para romper la cadena del odio. Su Palabra nos invita a orar siempre por los enemigos. Así lo demostró cuando estaba en la cruz. Él pidió al Padre perdón por todos los que le estaban dando muerte. 

Vivamos el amor para lograr la perfección como lo es nuestro Dios. 

Señor, danos la fortaleza necesaria para vivir tus enseñanzas sobre el amor. Ayúdanos a darnos cuenta de que tu invitación primordial es a ser más generosos, compasivos y misericordiosos. Ayúdanos para que acojamos esta invitación de forma que nos donemos como tu lo pides, a los demás.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:19 a.m. | Permalink |


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