miércoles, marzo 15, 2023

"Glorifica al Señor, Jerusalén"...Salmo 147.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 15 de Marzo del 2022

La sentencia inicial de la narración es toda una declaración de intenciones. Dar cumplimiento y sentido a la ley es buscar el bien del ser humano, mostrar la justicia que viene de Dios y cumplir su voluntad. Hoy frente a una comunidad en crisis de identidad ante las enseñanzas e interpretaciones de la Ley (Torá), Jesús va a decir que la observancia legal de los escribas y fariseos está totalmente superada. No se trata de cumplir unas normas porque están escritas, sino que hay que llenarlas de contenido que ayuden a vivir al ser humano. El cumplimiento de la ley alejado de una sana relación con Dios y del compromiso con las personas, especialmente con los que más sufren, no tiene sentido, porque es incapaz de transformar la realidad, la vida.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 17-19, Jesús le enseña a sus discípulos como se debe observar la ley de Dios de manera práctica. Él les dice: "No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una i ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos" Mt 5, 17-19.

Jesús pretende abrir la conciencia de su discípulos para que sean capaces de revelar la lógica de Dios que es el Amor. Esa lógica no se basa en el miedo ni el temor, sino en vivir la vida con plena libertad, siendo caritativos, misericordiosos y apostado siempre en el deseo alcanzar la salvación.

Hermanos, para Jesús la ley es importante pero no debe ser el centro de nuestras vidas. Él quiere que con la llegada del Reino de Dios se puedan abrir nuevos caminos entre los hombres para hacer un mundo más humano. Por ello, que sea nuestra disposición estar siempre abierto a la voluntad del Padre para colaborar en hacer de este mundo, un lugar justo y fraterno. 

Señor, danos la fuerza necesaria para que nunca podamos contradecir tus mandamientos, concédenos también la gracia de convertirnos en auténticos seguidores y testigos de tu amor.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:00 a.m. | Permalink |


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