sábado, marzo 04, 2023

"Dichoso el que camina en la ley del Señor"...Salmo 119.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 4 de Marzo del 2023

Amar a los enemigos. Es una de las enseñanzas más novedosas del Evangelio. El amor cristiano no se reserva al círculo más cercano, sino que es un amor sin fronteras. Un amor que se expresa haciendo el bien a quienes nos perjudican o no nos aprecian y orando también por ellos. Un comportamiento así está motivado por el mismo obrar de Dios, cuyo amor alcanza a todos sin distinción. La providencia divina vela por todas sus criaturas, especialmente por todos los seres humanos, de los que El ha hecho sus hijos: EL AMOR.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 43-48, Jesús se contrapone abiertamente a las exigencias de la ley judía en cuanto al amor y rompiendo esa costumbre, les habla a sus discipulos con toda claridad diciéndoles: "Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿Qué recompensa vais a tener?." Mt 5, 43-45.

Jesús es insistente en sus exigencias para hacer realidad el Reino que ha llegado y que Él predica: El amor extensivo a los enemigos y no cerrado únicamente a los más cercanos. Él quiere que seamos como lo hace Dios, quien vela y ama por igual a todas las criaturas. 

Hoy parece que hemos seguido abriendo otros caminos diferentes a lo que nos pide Jesús. Si, vivimos pisoteados por las injusticias y el sentir de aquellos que luchan día a día por el tener, el poder y el dinero, para comprar conciencias, corromper y hacer lo que se les venga en gana por los beneficios propios; y entonces, recurrir a la violencia, el maltrato, robos, extorsiones, etc. para llevar a cabo sus anhelos. 

Estas Palabras de Jesús hoy resuenan algo discordantes e ingenuas, pues muchos piensan que estos problemas solo se pueden resolver a través de la violencia. 

Y es aquí donde tú y yo estamos invitados a apostar: Ofrecer nuestro servicio como seguidores de Jesús para descubrir la forma de cómo abordarlos, ya que no se puede vencer al mal a base de la violencia porque este, se vence con el bien.

Por eso es importante buscar siempre caminos que nos lleven hacia la fraternidad y no hacia el fratricidio. Amar a los enemigos no significa tolerar las injusticias y retirarse cómodamente de la lucha contra el mal. Esta llamada a renunciar a la violencia debe dirigirse no tanto a los débiles, sino, sobre todo a quienes manejan el poder, el dinero o las armas, y pueden por ello oprimir violentamente a los más débiles e indefensos.

Señor, Tu  sabes cómo nos duele el alma cuando nos ofenden, desprecian, humillan e insultan, pero tu sanas los corazones destrozados y vendas las heridas, y en obediencia a Ti, hoy nuestra oración es por todo aquel que nos ha hecho daño, que reciban de ti las bendiciones que les tienes preparadas.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:19 a.m. | Permalink |


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