"¡Maranatha!. ¡Ven, Señor, Jesús!"... Salmo 95.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Sábado 26 de Noviembre del 2022
Los discípulos de Cristo no pueden permanecer esclavos de los temores y de las angustias, sino que están llamados a vivir la historia, a detener la fuerza destructiva del mal, con la certeza de que la ternura providencial y tranquilizadora del Señor acompaña siempre su acción de bien. Esta es la señal elocuente de que el Reino de Dios viene a nosotros, es decir, que la realización del mundo se acerca como Dios quiere. SS Papa Francisco
En el Evangelio de hoy tomado de Lc 21, 34-36, Jesús revela a sus discípulos su triunfo sobre la muerte y el pecado para que así, se llenen de esperanza y puedan evitar todos los comportamiento negativos ante su llegada. Y les dice: "Presten atención, no se dejen aturdir con el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que aquel día no los sorprenda de repente, porque caerá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Estén despiertos y oren incesantemente, pidiendo poder escapar de cuanto va a suceder, así podrán presentarse seguros ante el Hijo del Hombre" Lc 21, 34-36.
Jesús quiere que permanezcamos vigilantes y en oración evitando muchas cosas que puedan desviar nuestras mentes para alcanzar la meta que deseamos: El Reino de Dios.
El nos quiere despiertos y atentos a todas las circunstancias adversas (dolores, angustia, ansiedades) y vivamos de manera coherente nuestras vidas.
Hermanos, seguir avanzando con firmeza es nuestra garantía para llegar al Reino de Dios. No podemos estar siguiendo amuletos o guías de brujería que nos jalonan a que hagamos cuentas de nuestra fecha última. Mantengamos una conversión indestructible que sea sostenida por la fe y una gran profunda confianza en Dios.