domingo, noviembre 20, 2022

"¡Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor!"...Salmo 122

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 20 de Noviembre del 2022

Cristo Rey hoy, desde la cruz, nos enseña que –el camino del servicio, del amor y de la entrega- es la mejor forma de ascender un día hasta su presencia. 

El Rey está en la cruz con los brazos abiertos: para acogernos siempre, sin condiciones. Lo único que espera de nosotros es nuestra confianza, nuestro arrepentimiento y el abandono total en sus manos. Que este día de Cristo Rey, también nosotros queramos aceptar la soberanía de Jesucristo y le proclamemos Señor de nuestras vidas volviendo a Él de todo corazón, y haciendo que muchos otros hombres y mujeres, comenzando por los que viven a nuestro lado, se acerquen al amor misericordioso de nuestro Redentor. ¡Venga a nosotros tu Reino, Señor!

Hoy celebramos la Fiesta de Cristo Rey que fue instituida por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925 para dar cierre al año ordinario. En 1969 en el Concilio Vaticano II, por la  reforma litúrgica del Papa Pablo VI, cambió su significado y nombre por la "Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo" Es ésta, una de las fiestas más importante del calendario litúrgico y con ella, se motiva a los hombres a reconocer a Cristo como Rey único del Universo. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 23, 35-43, nos ubica en la escena de la crucifixión de Jesús, donde el pueblo que allí permanecía, lo miraba y los jefes judíos murmuraban y se burlaban de Él, diciendo: "«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido". Se burlaban de Él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: "Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo". Había también por encima de Él un letrero: Este es el rey de los judíos. Lc 23, 35-38.

Que ironía. Las burlas y el desprecio persistían latentes al pie de la cruz y en los momentos más críticos de la vida de Jesús.

Su humildad y sencillez seguían siendo su derrotero, porque demostraba a la gente que era un Rey distinto, un Rey sin armas, sin palacios ni tronos, sin honores y sin ejército. Que era un Rey que solo  proclamaba el amor, el perdón, la humildad y la mansedumbre.

Nadie parece haber entendido su vida ni su entrega incondicional por los que sufren y son ignorados y desechados por la sociedad. Ante las burlas y desprecios,  sorprende el gesto del ladrón crucificado junto a Él que le dice: "Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino" y Él, le respondió: "¡Hoy estarás conmigo en el paraíso!"

Miremos hermanos algo muy importante para nosotros: Dios tiene sus caminos para encontrarse con cada uno de nosotros, lo más importante es cada persona debe abrirse al misterio de Dios y estar dispuestos a encarnar a Jesús para  hacerlo centro en la vida.

Señor, que en este día en que te celebramos como el Rey del Universo podamos entender tu mensaje y sacrificio por nosotros; pero sobre todo, que podamos llegar a tantos hermanos nuestros que hoy están alejados de tu camino.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:24 a.m. | Permalink |


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