domingo, noviembre 13, 2022

 "El Señor llega para regir los pueblos con justicia."...Salmo 98.

 REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 13 de Noviembre del 2022

En la profecía de hoy Jesús advierte a sus discípulos deben estar preparados, para el final de los tiempos sabiendo que habrá tribulación y también personajes engañosos por los cuales no deberán dejarse arrastrar, al contrario, deben permanecer fieles al Maestro y así estar preparados para su repentina aparición.

Las piedras materiales del cual esta cimentado el templo no valen nada. El verdadero Templo se edifica con las piedras espirituales, con personas que adoran a Dios en espíritu y en verdad.

En el Evangelio de hoy tomado de Lucas 21,5-19, Jesús notó como algunos elogiaban las hermosas piedras del templo y de la belleza de su ornamentación, entonces les dijo: "Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida". Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?". Él dijo: "Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”. Lc 21, 5-8.

Jesús se da cuenta que la gente iba al templo principalmente para admirar su belleza y suntuosidad y olvidaban que el templo es un lugar para alabar y adorar a Dios. Ante esta realidad les interpela de una manera contundente, y a ello les cae como un balde de agua fría cuando dijo: “Todo será destruido…no quedará piedra sobre piedra…”.

Hermanos, la fe se funda en la esperanza y ella nos lleva de la mano hacia la salvación. 

Miren, estamos viviendo en un mundo que vive atontado de muchos estruendos y de grandes bullicios, escándalos y agitaciones que causan terribles temores y angustias; y este Evangelio de hoy nos está invitando a que nos  hagamos a un lado del camino de la vida y miremos que tan fuerte y firme está nuestra Fe. 

Si, busquemos la oportunidad de leer y escudriñar la Palabra de Dios para manifestarnos como auténticos seguidores de Jesús en cualquiera de los lugares donde nos encontremos. 

Recordemos que nuestro compromisos es contagiar a otros de ella para que sean muchos los busquen y alcancen la salvación.

Señor, no permitas que nos aferremos a las cosas del mundo como si de ellas viniera la salvación. Quisiéramos que fueras tú el verdadero sentido de lo que hacemos y que nada ocupara tu lugar. Fortalécenos Señor”.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:52 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>