domingo, noviembre 06, 2022

"Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor"...Salmo 17.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 6 de Noviembre del 2022

La vida eterna es otra vida en otra dimensión, en la cual entre otras cosas no existirá más el matrimonio, que está relacionado a nuestra existencia en este mundo. Los resucitados serán como los ángeles y vivirán en un estado diverso que ahora, no podemos sentir ni imaginar. La prueba de la resurrección, Jesús la encuentra en el episodio de Moisés y de la zarza ardiente, allí en donde Dios se revela como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. El nombre de Dios está unido a los nombres de los hombres y de las mujeres con los cuales Él se relaciona, y este nexo es más fuerte que la muerte. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 20, 27-38, nos presenta una escena en la que Jesús se enfrenta a un grupo de aristócratas Saduceos que lo tratan de desacreditar y ridiculizar por lo que predicaba sobre la resurrección de los muertos, pues ellos la negaban. Ellos le preguntan: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y de descendencia a su hermano . Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer" Lc 20, 27-33.

Y es que Jesús aprovecha la ocasión para demostrarles la verdad de la resurrección. Los corrige e instruye haciéndoles claridad sobre la condición indispensable que deben tener en cuenta para dar a conocer una doctrina que a de estar basada en razones firmes. 

También les aclara, que el Dios que Él proclama es un Dios de vivos y no un Dios de muertos; por lo tanto, después de la resurrección no habrá vida material sino espiritual. Y les dice: que quienes serán juzgados, participarán de un mundo futuro muy semejante al de los Ángeles quienes viven  sin mancha de corrupción.

Hermanos, pidámosle al Señor en este día que nos ayude a fortalecer la Fe y seguir con pasos firmes sus huellas, creyendo que en Dios está la vida en abundancia. 

Señor, Tú eres un Dios de vivos no de muertos, por eso te pido que nos muestres cómo podemos aprovechar cada minuto de nuestra vida para crecer espiritual y apostólicamente en el camino para alcanzar la santidad.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:51 a.m. | Permalink |


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