miércoles, noviembre 02, 2022

"A ti, Señor, levantó mi alma"... Salmo 25.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 2 de Noviembre del 2022

En este día recordamos a todos los fieles difuntos, estamos invitados a meditar en el misterio de la muerte, ese momento en el que seremos despojados de todo lo terreno y seremos colmados de todo el amor de Dios para vivir la vida eterna.

Hoy celebramos la vida y no la muerte. Nuestra fe cristiana no celebra el culto a la muerte, sino a la vida. 

Hoy la Iglesia Conmemora la fiesta de todos los fieles difuntos en memoria de todos los hombres y mujeres que han terminado su vida terrenal.

El Evangelio de hoy tomado de Mc 15, 33-39-16,1-6 nos describe los momentos de la Muerte y la Resurrección de Jesús. 

Nos dice el texto: "Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta media tarde. Y, a la media tarde, Jesús clamó con voz potente: "Eloí, Eloí, lamá sabaktaní". (Que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?")…Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. Mc 15, 33-39

Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago, y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: "¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?" Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida, y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y se asustaron. Él les dijo: "No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado. Mirad el sitio donde lo pusieron". Mc 16, 1-6

Este Evangelio nos invita a que vivamos la esperanza siempre pensando en lo que es nuestra vida; pues ésta, no es infinita. 

Jesús murió y resucitó tal como lo había prometido, así lo describe el Evangelio de hoy; y con ello, libra a toda la humanidad de una muerte total  salvándonos  de los pecados. 

Hermanos, cuando evocamos la cruz (nuestro signo Cristiano) celebramos el triunfo de Jesús sobre la muerte. Pero...no podemos dejar por alto, que para que pudiese alcanzar ese triunfo tuvo que pasar momentos duros y difíciles donde el odio y la persecución constante le llevaron al martirio. Su amor, entrega y donación por nosotros fue por nuestra salvación. 

Hoy, día en el que celebramos la fiesta de los fieles difuntos, se nos viene a nuestras mentes a todos nuestros seres queridos que partieron de nuestro lado para vivir el encuentro definitivo con Dios. Sentimos tristeza pero nos fortalece la fe y la esperanza de que hoy disfrutan ya de la presencia de Dios. A Él, los encomendamos por siempre y le pedimos que tenga Misericordia de ellos y les brinde la paz eterna a su lado. 

¡Como les extrañamos!. ¡Como les agradecemos todo lo que entregaron por nosotros!. Ellos marcaron un norte y un camino a seguir; y lo hicieron con dedicación, amor y cariño con múltiples enseñanzas que nos han llevado a ser lo que hoy somos.

Padre Bueno, agradecidos llegamos hoy a tus plantas en el nombre de Jesús, con su vida, alegría y gozo; llegamos al Dios de la eternidad, al eterno presente; hoy oramos por aquellos que hicieron parte de nuestra vida, de nuestra historia, pero que hoy viven la eternidad contigo. Gracias por ellos Señor!

 
posted by Laureano García Muentes at 5:35 a.m. | Permalink |


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