sábado, junio 04, 2022

"Los buenos verán tu rostro, Señor"...Salmo 11.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 4 de Junio del 2022

Esta experiencia de Pedro es un mensaje importante también para nosotros hoy. El Señor nos repite a mí y a ustedes: “Sígueme”. No pierdas tiempo en preguntas o chismes inútiles; no te entretengas en lo secundario, sino mira a lo esencial y sígueme. Sígueme a pesar de las dificultades. Sígueme en la predicación del Evangelio. Sígueme en el testimonio de una vida que corresponda al don de la gracia del Bautismo. Sígueme en el hablar de mí a aquellos con los que vives, día tras día, en el esfuerzo del trabajo, del diálogo y de la amistad. Sígueme en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da confianza en la fidelidad de Dios. Tú, sígueme.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 21, 20-25 nos muestra  como el Señor ama a todos por igual, Él no tiene distinción de raza, religión o clases sociales; así se lo demuestra a Simón Pedro cuando éste le pregunta por la suerte que correría Juan, el discípulo amado después que se vaya al Padre. 

Jesús había terminado el diálogo con Simón Pedro y aparece en escena el discípulo amado: Juan. Simón Pedro al verlo le pregunta a Jesús: "Señor, y de éste, ¿qué?" y Jesús le respondió: "Si quiero que se quede hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?. Tú sígueme" Jn 21, 20-22.

Jesús reafirma su nombre de Buen Pastor y le muestra a Simón Pedro cual es su interés por cada una de sus ovejas que le siguen y le enseña sobre la discreción que ha de tener hacia lo que hacen los demás; porque fácilmente puede caer en la envidia y las bajas pasiones.

Él quiere dejarles claro que nuestro deber como sus discípulos es la Evangelización, es decir, estar dispuestos, siempre  en salida para llevar a otros el mensaje de la Buena Noticia  del Reino de Dios, siendo libres y ha no dejarnos arrastrar por las corrientes oscuras, sino que nos llenemos de esperanza para infundir la compasión y la misericordia a los que están cerca de nosotros. 

Hermanos: Mañana domingo celebraremos el gran día del Pentecostés y vamos a renovar ese acontecimiento que vivieron los discípulos de Jesús en el Cenáculo. Recibiendo esos dones que el Espíritu Santo derramo sobre ellos, para que nos ayuden a ser más humanos y más espirituales.

Di conmigo: Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones y enciende en nosotros el fuego de tu amor.

Jesús, creemos en Ti. Confíanos en que siendo fiel a tus inspiraciones, viviendo tu mandamiento del amor, responderemos al llamado de seguirte, que hoy nos haces en este Evangelio. 
 
posted by Laureano García Muentes at 4:35 a.m. | Permalink |


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