viernes, junio 03, 2022

"El Señor puso en el cielo su trono"...Salmo 103.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 3 de Junio del 2022

El evangelio de hoy, está totalmente centrado en la figura de Simón Pedro. Jesús le especifica cuál es el papel del apóstol en la comunidad eclesial. El ha sido llamado para desempeñar el ministerio de pastor  y para dar testimonio del martirio en la cruz. De ahí que el Señor, antes de confiar a Pedro el encargo pastoral de la Iglesia, le exija una confesión de amor. Ésa es la condición indispensable para poder ejercer una función de guía espiritual. 

El Evangelio de hoy tomado de Jn 21, 15-19, nos narra como fue ese diálogo profundo entre Simón Pedro y Jesús Resucitado en la orilla del lago de Tiberíades después de una noche ardua de pesca. Era, la tercera aparición de Jesús a los apóstoles.

Comiendo con ellos, le pregunta a Simón Pedro: " Simón hijo de Juan, ¿Me quieres más que a estos?". Él le respondió: "Si, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos " Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Él le dice: "Pastorea mis ovejas". Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero". Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas". "Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras". Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: "¡Sígueme!". Jn 21, 15-19.

Jesús quería reafirmar la Fe que tenía Simón Pedro y cuanto de amor sentía por Él; y lo hace para reafirmarle la Misión que le daría de apacentar y guía a sus ovejas. Jesús sabía que Simón Pedro se mostraba incómodo por las tres veces que realizó su negación, lo  que podría mostrarse inseguro, lleno de dudas o rechazo.

Esta situación le fue incómoda, claro, porque se sentía culpable de haberle fallado a su Maestro. 

Hermanos: Este Evangelio de hoy nos lleva a reflexionar sobre ¿Cuántas veces le hemos fallado a Jesús y  cuantas oportunidades se nos han presentado para decirle que le amamos? ¿Será que le hemos aprendido a amar?

Si queremos saber con certeza si le amamos, miremos como han sido nuestras obras porque ellas han de dar las razones del amor que vivimos y sentimos. Ellas, dan peso a las palabras. 

Pensemos que estamos frente a frente a Jesús como estaba Simón Pedro con Él, y siente su mirada profunda. Confesémosle que le amamos más que todo lo demás y con decisión, sigámosle con toda confianza. 

Señor Jesús, hoy, como Pedro, queremos decirte sinceramente que te amamos, aunque debemos reconocer que somos débiles y, a veces, inconstantes. Danos cada día tus fuerzas.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:19 a.m. | Permalink |


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