"Tu derecha me salvará, Señor "...Salmo 138.

Martes 24 de Mayo del 2022

Jesús se dispone a “pasar de este mundo al Padre” y es que eso es lo que da sentido y plenitud a su vida, a su misión, a su Persona. Ha llevado a cabo la obra, el proyecto del Padre, que ahora lo va a sellar con la entrega hasta el final, y “volver al Padre” es haber realizado su voluntad con todas las consecuencias. La tristeza de los suyos no tiene cabida, aunque Él lo comprenda en razón de las persecuciones y dificultades que van a tener que sufrir para dar testimonio como Jesús. Además, así entrará a actuar el Espíritu, el Abogado y Defensor, el mejor don del Resucitado a los suyos. 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 16, 5-11, Jesús continúa animando a sus discípulos para que perseveren ante las situaciones que se le presentarían después de su muerte. Él les recalca que les van a excluir, perseguir y matar; y que no pueden esperar que la Misión a seguir no es un camino de rosas; y les dice: "Ahora me voy al que me envió, y ninguno me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberles dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón." Jn 16, 5-6.

Para los discípulos estas Palabras de Jesús eran un adiós definitivo, pero para Él,  solo era un hasta luego. 

Ellos presentían la soledad y la desorientación por no saber que hacer. Se sienten persuadidos. Es por ello que hoy les pregunta: "¿Nadie me pregunta a dónde voy?" y con ello Jesús quiere disiparles la tristeza que sienten y los anima a que sean hombres capaces de participar con decisión en la construcción del Reino enfrentando los conflictos y situaciones complicadas.

"A ustedes les conviene que yo me vaya porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. Pero si me voy, lo enviaré a ustedes" Jn 16,7. 

Dentro del plan de Dios, la ausencia de Jesús es una condición para que Él pueda enviar el Espíritu Santo.

Hermanos que hermosura de Evangelio el de hoy, el cual nos ha de animar a celebrar con gozo el Pentecostés.

No nos desesperemos y no nos llenemos de tristeza ante las situaciones difíciles que vivamos, Jesús siempre permanecerá a nuestro lado aunque no físicamente pero si espiritualmente para conducirnos por el verdadero camino que nos ayudará a alcanzar la plenitud de su Reino. 

Señor Jesús, envíanos tu Espíritu bueno, que nos ayude a discernir la misión que tu nos has dado y nos  dé las fuerzas para llevarla a cabo.