"Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria "...Salmo 148.
En el Evangelio de hoy tomado de Jn 16, 12-15, Jesús le sigue hablando de su despedida a sus discípulos exhortándoles a cerca del amor, el servicio y la compasión; además, les anuncia que su Espíritu los guiará y alentará para abrirse al misterio de Dios. Y les dice: "Muchas cosas me quedan por decirles, pero ahora no pueden comprenderlas. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que dirá de lo que oye y les comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y les anunciará el futuro. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que recibirá y tomará de lo mío y se lo anunciará a ustedes".
Su mensaje les llena de vida y les invita a tener siempre una actitud de discernimiento para buscar ante las dificultades, los cansancios y los problemas la presencia de Dios.
Jesús les descubre el misterio de Dios quien quiere que sus hijos e hijas construyan un mundo más humano y fraterno donde reine la justicia y la solidaridad comenzando por los más pobres, indefensos y necesitados.
Hermanos: Hoy Jesús nos invita a que le sigamos y confiemos en que Él nos enseñará a través de su Espíritu Santo la docilidad al servicio del proyecto de la obra de Dios.