domingo, junio 05, 2022

"Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra "...Salmo 104.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 5 de Junio del 2022

Pentecostés, está destinado también a nosotros, porque en la fe podemos ver el Espíritu Santo; en la fe Él viene entre nosotros, y también a todos nos enseña las manos y el costado, y nosotros nos alegramos. Por ello queremos hoy rezar: ¡Señor, muéstrate! Haznos el don de tu presencia y tendremos el don más bello, tu alegría. Amén.

Hoy celebra la Iglesia Universal la Venida del Espíritu Santo también llamado: El día de Pentecostés.

Dice el texto del Evangelio de hoy tomado de Jn 20, 19-23 que: "Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos  por miedo a los Judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros" Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Él dijo otra vez: "La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío". Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos".

Dios demuestra que es fiel a sus promesas y no deja de darnos su Espíritu cada vez que lo necesitamos. 

Jesús regala su aliento a sus discípulos soplando sobre ellos y les llena del poder divino que es la fuerza interior que transforma a la humanidad. 

Él sabe de nuestras debilidades como también,  que somos frágiles en la fe; que necesitamos de una fuerza arrolladora que nos haga valiente para estar siempre dispuestos a salir al mundo a cumplir con la misión que nos ha sido legada. Es por ello, que Jesús les impone sus manos. 

En este día, quienes hacemos parte de la Iglesia, renovamos nuestra vocación evangelizadora y misionera pidiéndole al Espíritu Santo que sea la fuente principal de nuestra alegría para ser signos del Amor y la Misericordia de Dios en el mundo y así convertirnos en esos discípulos efectivos dispuestos a trasmitir el cambio y la transformación de la sociedad para hacerla más humana y mas justa.

Pidámosle al Espíritu Santo que llene nuestros corazones de su amor y nos renueve en discípulos dóciles para dar consuelo a los más necesitados.

VEN, ESPIRITU SANTO, tráete contigo la fuerza que Jesús nos prometió. Cuéntanos cómo es Dios nuestro Padre y danos calor y ternura, protección y cariño. VEN, ESPÍRITU SANTO, ayúdanos a ser auténticos hijos de Dios y hermanos de los demás y enséñanos a querernos los unos a los otros como Jesús quiere, llénanos de tu bondad y enséñanos a compartir y ser compasivos. Amen.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:09 a.m. | Permalink |


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