"Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben "...Salmo 67.

Miércoles 11 de Mayo del 2022

En el Evangelio de hoy, es el propio Jesús quien dirige una clara y definitiva llamada a todos los discípulos para que orienten su propia vida en lo esencial con una adhesión convencida y vital a su divina Palabra. Estas palabras son válidas y actuales para cualquier tiempo. Antes que nada, recuerda que el objeto de la fe reposa en el Padre, que ha enviado a su propio Hijo al mundo. Entre el Padre y el Hijo hay una vida de comunión y de unidad. 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 12, 44-50, Jesús les exclamó: "El que cree en mí, cree en el que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla, yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo." Jn 12, 44-47.

Jesús declara nuevamente a todos los que le siguen, la estrecha relación que existe entre Él y el Padre; y  confirma, que el Padre fue quien lo envió. Y les dice además que no vino a condenar sino a dar vida y vida en abundancia. 

Hermanos, para creer en Jesús hemos de estar siempre dispuestos a la escucha de sus Palabras; no solo es oírla, sino acogerla y ponerla en práctica, porque en ella está la más clara respuesta a todos nuestros interrogantes y preocupaciones. Recordemos, que Él es la Luz que brilla en medio de todas  las tinieblas. Dejemos pues, que Jesús ilumine nuestras vidas y que siempre vivamos dispuestos a ser solícitos y obedientes a hacer su voluntad y así, no dejar perder la oportunidad de vivir la vida eterna que nos a preparado. 

Señor Jesús, te reconocemos como camino que me conduce al Padre y a la plenitud de la Vida. Gracias por tu inmenso don: SER NUESTRA LUZ.