martes, mayo 10, 2022

"Alaben al Señor, todas las naciones"...Salmo 86

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 10 de Mayo del 2022

Jesús sigue revelándose y cada vez con mayor profundidad, y lo hace en torno a la fiesta del Templo y en su pórtico. Aquí sigue ofreciendo su misión y mostrándonos el rostro de Dios-Padre, su relación especial con Él y esa misteriosa identificación: “Yo y el Padre somos uno”

El pasado domingo 8 de mayo reflexionamos unos versículos de este mismo Evangelio de hoy (Juan Cap. 10, 22-30) y veíamos, como lo dice el texto, que Jesús era acosado por los Judíos quienes querían escucha de su boca si El era verdaderamente el Mesías esperado, a lo que Jesús les responde: "Ya se lo dije y no creen. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mi. Pero ustedes no creen porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen; yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrancará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado es más que todos y nadie puede arrancar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos uno" Jn 10, 24-30.

Jesús se identifica como el Mesías prometido que el profeta Ezequiel había anunciado, cuando decía: " Él apacienta a sus ovejas y las hace reposar, busca la oveja perdida, recoge la descarriada, venda a las heridas, fortalece a la enferma" Ez 36, 15-16. 

Y les aclara que "Él ha venido para que todos tengan vida y la tengan en abundancia" Jn 10.10.

Hermanos, estamos llamados a vivir una vida en plenitud participando en la vida de Dios y esta alcanza su plena realización en la eternidad. 

¿Cuántas veces Jesús se nos ha revelado como el Salvador? Él nos habla a diario a través de los Evangelios donde sus hechos y acciones dan testimonio de Él. 

No podemos olvidar que Jesús es nuestro Pastor y nosotros sus ovejas y que el mismo Padre Dios nos entregó en sus manos para que nos enseñara el camino a seguir.

Preguntémonos: ¿Cómo vivo mi llamado al servicio? ¿Escucho y reconozco a Jesús como el Buen Pastor?

Señor Jesús, tus palabras son luz y vida para nuestras vidas. ¡Gracias por tu Evangelio, por tu Buena Nueva, hoy y para siempre!

 
posted by Laureano García Muentes at 5:16 a.m. | Permalink |


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