"¿Como pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?"...Salmo 116.

Sábado 7 de Mayo del 2022

La felicidad que Cristo nos ofrece es tan luminosa y clara que mucha gente no la ve. Muchos la confunden con estrellas del antojo e ilusiones superficiales y endebles. Pero, claro, cuando a veces esta felicidad verdadera se oculta, se acobardan, se alejan, se amedrentan y como muchos de los discípulos no admiten y ven como inadmisibles las palabras de Jesús. ¿Por qué? como los discipulos solo buscaban la felicidad barata de los milagros, de los panes y peces de manera gratis. 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 60-69, Jesús da a conocer a los que le seguían que "Sus Palabra eran espíritu y vida".

Dice el texto que: "Muchos después de escuchar las enseñanzas de Jesús decían: "¡Es duro este lenguaje!" ¿Quién puede escucharlo?" Al darse cuenta de sus murmuraciones, Él les dice: "¿Esto les escandaliza?. ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir donde estaba antes?. Él Espíritu es el que da vida, la carne de nada sirve. Las Palabras que les dije son Espíritu y Vida.". Jn 6, 60-63.

Muchos de los que le escuchaban y no admitían su mensaje porque estaban amañados a sus costumbres mundanas y no querían soltar un solo pedacito de estas. Y al escucharle, entonces le tildaban de blasfemo y optan marcharse y mostrarse indiferentes. Con Él solo se quedan quienes viven con la esperanza de lograr una fuerza nueva que les ayude a reorientar sus vidas. Otros se mantienen resistentes a aceptar de Jesús, su Espíritu y su Vida y se escandalizan y hasta se irritan por sentirse juzgados por las exigencias para ser testigos del Salvador.

Hermanos, este Evangelio nos ha de cuestionar de manera personal, porque no podemos creer que por estar inmersos dentro de un grupo eclesial ya está garantizada nuestra salvación. 

Hoy Jesús también nos pregunta: "¿También ustedes quieren marcharse?". Ahora, preguntémonos: ¿Por qué nos hemos quedado? ¿Daríamos esa misma respuesta que le dio Simón -Pedro a Jesús?

La decisión de quedarse o marcharse depende de que cada uno haya experimentado fuertemente el sabor de su Pan de Vida  a través de sus Palabras.

Señor, no queremos ser de los que traicionan, porque ¿a quién iríamos? Sólo Tú nos puedes dar la luz y fuerza que necesitamos para dejar nuestra autosuficiencia y egoísmo.